Se trata de un antídoto para el veneno de tres escorpiones letales del Norte de África y Medio Oriente. 

En los laboratorios del Instituto Clodomiro Picado (ICP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), se trabaja por el primer antiveneno costarricense, capaz de salvar vidas humanas frente al envenenamiento causado por tres especies de escorpiones letales del Norte de África y Medio Oriente: Androctonus australis, Buthus mardochei y Leiurus quinquestriatus.

El producto lleva por nombre ScorpiTAb-ICP y se da como respuesta científica y solidaria ante una enfermedad desatendida.

La universidad destacó que el Clodomiro Picado es referente mundial en la producción de antivenenos contra las mordeduras de serpiente, pero esta es la primera vez que un equipo de ese laboratorio desarrolla un antídoto neutralizante para el veneno de escorpión que posee alcance internacional.

María Herrera Vega, investigadora de la Sección de Desarrollo Tecnológico del ICP-UCR y coordinadora del proyecto que involucra a más de 30 personas del instituto, comentó:

Este antiveneno puede salvar a niños en Marruecos, Egipto o Sudán. Esa es nuestra motivación y el impacto que queremos lograr”.

La científica costarricense, María Herrera Vega, es la coordinadora del proyecto que involucra a más de 30 personas del instituto. Foto: Anel Sancho.

Además, comentó que el alcance del producto puede ser "enorme" ya que, según un estudio del 2008 divulgado por la revista científica Acta Trópica, en el mundo más de 1.2 millones de personas cada año son envenenadas por escorpiones. De esos casos, ocurren más de 3250 fallecimientos. Para el 2025, se calcula que esta cifra podría ser mayor.

La mitad de esos casos ocurren en la región MENA (Norte de África y Medio Oriente), especialmente, en las zonas de mayor vulnerabilidad económica, donde los escorpiones son una amenaza real.

Tan solo en países como Marruecos, por ejemplo, la mencionada revista reportó más de 127000 accidentes y 231 muertes del 2016 al 2020. La UCR agregó que, aunque la tasa de mortalidad global puede parecer baja (entre 0.45 % y 4.9 %), en regiones vulnerables como Sudán esa cifra se eleva, especialmente, entre niñas, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.

Herrera contó:

En Sudán nos contaban que los cementerios de niños están llenos por causa del escorpionismo. Es desgarrador. La mayoría muere durante la temporada de lluvias, cuando los escorpiones entran a las casas tras las inundaciones”.

El interés del ICP-UCR de generar este nuevo antiveneno se da a raíz del abandono de la industria, debido a que se considera un fármaco poco rentable. El laboratorio decidió intentar el desarrollo de una formulación que contribuya a dar solución al problema del escorpionismo en la región del MENA, no por un interés comercial, sino por vocación científica y humanitaria.

Andrés Sánchez Brenes, otro de los investigadores líderes del proyecto, dijo:

Una farmacéutica producía suero antiescorpión para África, que era el referente, y luego dejaron de producirlo. Ahora, ya ese suero no se encuentra. Nuestro objetivo es alcanzar y superar la calidad que tenía ese producto”.

El interés del ICP-UCR de generar este nuevo antiveneno se da a raíz del abandono de la industria, debido a que se considera un fármaco poco rentable, destacó Andrés Sánchez Brenes, otro de los investigadores líderes del proyecto.  Foto: Anel Sancho.

El proyecto avanza con rapidez

En tan solo año y medio, el proyecto logró alcanzar la fase de estudios de estabilidad del producto y enviarlo a Marruecos, donde se realizan pruebas preclínicas con venenos de la región.

Con la ayuda de una investigadora del Instituto Pasteur de Marruecos, los lotes del antiveneno de la UCR ya están siendo evaluados en pruebas preclínicas. Estas pruebas son realizadas en ratones a fin de confirmar la eficacia del producto con venenos locales.

Al concluir lo anterior, el siguiente paso será lograr el registro sanitario en Costa Rica y en los países destino. Para ello, se requiere completar al menos tres años del estudio de estabilidad y contar con evidencia científica sólida que demuestre la vida útil del producto. Los tres años de estabilidad se cumplen este 2025.

Herrera mencionó que el antiveneno también se va a probar con otras especies cuyos venenos no están incluidos en la mezcla de inmunización, pero que suponen que pueden tener reactividad cruzada.

Por supuesto, queremos que alguien más lo demuestre para evitar ser, nosotros mismos, juez y parte”.

Asimismo, este suero todavía debe ser sometido a un estudio clínico con personas para saber el desempeño. Los investigadores esperan que se comporte de la misma manera.

Con tan solo saber que funcionó, y que para una persona el tratamiento fue eficaz, es más que suficiente para sentir que lo hicimos bien para ayudar a salvar vidas”.