Fiscal ambiental atendió de inmediato la denuncia para detener el relleno.
Este 11 de febrero de 2025, vecinos de la zona de Playa Negra, en el sector de Puerto Viejo del distrito de Cahuita, alertaron sobre el relleno de terreno de un humedal en una finca que ya contaba con una denuncia.
El defensor ambiental de la zona, Philippe Vangoidsenhoven, reportó la situación con la policía y constató que en el lugar también se encontraba un fiscal ambiental, quien realizaba una inspección por otra denuncia.
Vangoidsenhoven indicó que el fiscal intervino de inmediato para detener el relleno, según información del programa Observatorio de Bienes Comunes de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Para el defensor ambiental, la actuación del fiscal representa un ejemplo de que sí es posible atender estos casos de manera efectiva. En sus palabras:
Es una decisión demasiado buena, nunca había visto algo así en todo el tiempo que llevo luchando. Que en el mismo momento, se diga: ‘¡sacá esa vara de vuelta!’. Y, por supuesto, se abrirá un expediente contra esa compañía".
¿Qué está pasando?
Desde el año anterior, residentes de la zona alertan sobre el impacto de actividades como la tala de bosques y el relleno de humedales, las cuales son señaladas como amenazas directas a los recursos naturales del área.
A pesar de las intervenciones del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y otras entidades, la problemática persiste, generando preocupación entre ambientalistas y la comunidad local, señala el programa de la UCR.
Playa Negra, parte del Corredor Biológico del Caribe Sur de Costa Rica, alberga una riqueza ecológica única, siendo hábitat de numerosas especies y fuente de sustento para actividades sostenibles como el ecoturismo. El desarrollo inmobiliario descontrolado y la falta de fiscalización efectiva, sin embargo, propician la degradación de estos entornos frágiles, agregaron.
¿Por qué importa el cuidado de los humedales?
El programa de la UCR destacó que los humedales en las costas del Caribe Sur de Costa Rica desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad y en el equilibrio ecológico de la región. Estos ecosistemas, que incluyen manglares, estuarios, lagunas costeras y pantanos, son vitales para la protección de la línea costera, la regulación del ciclo del agua y el mantenimiento de la biodiversidad local.
Uno de los principales beneficios de los humedales es su capacidad para actuar como barreras naturales contra la erosión costera y los efectos de tormentas. La vegetación de los manglares, por ejemplo, reduce la fuerza de las olas y ayuda a estabilizar los sedimentos, previniendo la pérdida de tierra en las costas.
Además, estos ecosistemas son hábitats esenciales para una gran diversidad de especies, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción.
Los humedales del Caribe Sur albergan aves migratorias, anfibios, reptiles, mamíferos y peces que dependen de estos ambientes para su reproducción y alimentación. También son refugio para especies emblemáticas como el manatí del Caribe y diversas especies de tortugas marinas”.
Los humedales también juegan un papel crucial en la filtración y purificación del agua, eliminando contaminantes y mejorando la calidad del agua que fluye hacia el mar y los ríos cercanos. Su capacidad para almacenar carbono contribuye a mitigar el cambio climático, al capturar y reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
En el ámbito económico y cultural, los humedales sostienen actividades como la pesca artesanal, el turismo ecológico y la investigación científica. Las comunidades locales dependen de estos ecosistemas para su sustento, y su conservación es clave para el desarrollo sostenible de la región.
A pesar de su importancia, los humedales en el Caribe Sur de Costa Rica enfrentan amenazas como la deforestación, la contaminación, la expansión urbana y el cambio climático. La conservación y manejo adecuado de estos ecosistemas es esencial para garantizar su permanencia y los beneficios que brindan a las comunidades y al medio ambiente.