En octubre de 2024, el Ministerio de Salud de Costa Rica alertó sobre la disminución acelerada de la vida útil de los rellenos sanitarios en la Gran Área Metropolitana (GAM). La GAM alberga la mitad de la población del país y cuenta con dos rellenos sanitarios: el Parque de Tecnología Ambiental Uruka y el Parque de Tecnología Ambiental Aczarrí. En conjunto, ambos parques gestionan alrededor de 3.000 toneladas diarias de residuos.

La alerta del Ministerio de Salud se debe a que ambos están en una situación crítica en cuanto a su capacidad de operación. Al primero se le estimó en ese momento una vida útil de tres meses, por lo que en cuestión de días estará operando por encima de su capacidad. El segundo y único restante, ubicado en San Miguel de Desamparados, redujo su vida estimada de 11 a 3 años y medio. La disminución se debe justamente al cierre de otros rellenos, como el caso de Los Pinos en Cartago el pasado julio, que ha causado un aumento de residuos provenientes de diversas regiones del país.

Según datos compartidos en 2023 por la Contraloría General de la República, los residuos de cantones como Pérez Zeledón, Vázquez de Coronado, Osa, Puriscal y Golfito fueron trasladados hasta el Parque de Tecnología Ambiental Aczarrí, recorriendo distancias de hasta 200 km. Esto representa riesgos importantes para la gestión adecuada de residuos, además de saturar los rellenos existentes, provocar un incremento en los costos, plantear desafíos logísticos considerables y aumentar la huella de carbono asociada.

Cada día más

Por otra parte, la generación de residuos es mayor cada día. De 2019 a 2020 se reportó un aumento del 8%, mientras que un año después fue de 11%. Ese porcentaje sigue en aumento. A pesar de las políticas existentes para reducir y valorizar residuos, menos del 7% de los desechos se recupera y el 93% restante se destina a rellenos sanitarios o sitios inadecuados, con graves consecuencias ambientales y de salud pública.

En un esfuerzo por buscar soluciones, el Ministerio de Salud, en colaboración con la Federación Metropolitana de Municipalidades de San José (FEMETRON) y el gobierno francés, firmó un acuerdo en septiembre de 2024 con el propósito de realizar un estudio de factibilidad sobre una planta de gestión de residuos en San José. Además, el Ministerio compartió en consulta pública el nuevo reglamento propuesto para la Gestión Regionalizada de Residuos Sólidos Ordinarios en el país. Ese reglamento busca el establecimiento de un sistema de regionalización y la creación de Parques Ambientales y estaciones de transferencia.

Sin embargo, en enero de 2025 diversas asociaciones municipales expresaron su oposición al nuevo reglamento propuesto por el Ministerio de Salud, alegando que esta propuesta no considera las particularidades locales ni los desafíos específicos que enfrentan las comunidades en la gestión de desechos. Además, se ha propuesto el plazo de un año para desarrollar los parques ambientales, lo que las municipalidades han considerado “irreal”.

Otras iniciativas privadas buscan responder a este mercado mediante la instalación de nuevos rellenos sanitarios, pero se enfrentan a la oposición de las comunidades locales. Este es el caso de un proyecto en el cantón de Mora, donde la oposición comunitaria argumenta que las vías de acceso al relleno no son las adecuadas y que en la finca hay una falla sísmica y mantos acuíferos.

Las deficiencias técnicas de los proyectos propuestos, junto con el escepticismo de las comunidades para aceptar un relleno sanitario en su entorno, sugieren que este método de disposición final podría no ser la solución.

Desafíos y oportunidades

Son cuatro los desafíos principales que enfrentamos:

  • El aumento constante de residuos.
  • Las limitadas opciones de disposición final.
  • El bajo porcentaje de separación.
  • La falta de infraestructura de gestión a nivel local.

No obstante, ante este panorama se abre un espacio de oportunidad para avanzar hacia un sistema más eficiente y sostenible del que conocemos actualmente.

Las iniciativas de colaboración internacional, los nuevos proyectos tecnológicos y las políticas enfocadas en la economía circular son pasos importantes que no debemos dejar pasar. Además, es crucial que el Estado lidere e impulse la toma de decisiones y que la ciudadanía participe activamente en la reducción y correcta disposición de sus residuos para evitar consecuencias irreversibles ante la crisis de residuos sólidos.

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