El Gobierno Central, junto con algunos diputados y alcaldes, impulsó una ley (la 9329) que transfería a las municipalidades la estrategia y gestión de su propia infraestructura, como parte de un esfuerzo de descentralización y empoderamiento local. Se transfirieron recursos a las municipalidades para manejar esta nueva responsabilidad, pero además se identificó la necesidad de fortalecer sus capacidades técnicas y gerenciales para asumir este nuevo rol.

Para esto, en 2019 surgió el Programa de la Red Vial Cantonal para las 83 municipalidades de ese momento, con fondos del BID, administrado por el MOPT (en ese entonces, bajo la dirección de Rodolfo Méndez, Suleyka Aymerich, y ahora de Ana Yancy Paniagua y Verónica Quirós), y con el apoyo técnico de la GIZ (Sociedad Alemana de Cooperación Institucional). La GIZ (don Eduardo Barquero, Auxiliadora Cascante y su equipo), a su vez, buscó proveedores especializados en capacidades legales, de planificación y gerenciales para trabajar con los equipos de gestión vial.

Ahí aparecimos nosotros, Alleanza, un equipo de profesionales especializados en transformación cultural y liderazgo desde hace más de tres décadas. El reto era facilitar un cambio de cultura e identidad en estos equipos y apoyar a cada líder a pasar de ser administradores a protagonistas del desarrollo de sus ciudades.

Esmeralda San Ildefonso, Karol Calderón, Yara Valerio, Johana Alvarado, Alejandra Hernández, Julissa Bravo y yo, comenzamos invitándolos a reconectar emocionalmente con sus cantones: este trabajo debía partir del corazón, de la nostalgia por lo perdido y deteriorado, de la ilusión por lo anhelado y posible, de algo que realmente importara y justificara el esfuerzo. Nos enfocamos en esto hasta que calara; cambiar algo solo por razones racionales no proporciona la motivación necesaria.

Luego, estudiamos los mejores ejemplos a nivel mundial de quienes habían liderado transformaciones estructurales que beneficiaron a todo su ecosistema, incluso en algunas ciudades de Latinoamérica en peores condiciones que las nuestras, como el caso de Medellín, que mencionamos en el artículo anterior.

Como en cualquier proyecto de liderazgo, estudiamos lo que implicaba liderar en el contexto del reto específico de la gestión vial. Por ejemplo, la capacidad de hacer Gestión por Resultados para el Desarrollo del BID, que significa no solo gestionar proyectos (“administramos proyectos”) ni solo ejecutar obras (“ejecutamos obras”), sino también medir su impacto en el desarrollo. Por ejemplo, si con las obras x, y, z, aumentó la actividad comercial de los habitantes de un territorio, la cantidad de jóvenes que acceden a centros de estudio, o la cantidad de mujeres que acceden a centros laborales. No se trata de hacer vías por hacerlas, sino como parte de una estrategia para mover indicadores concretos de desarrollo.

También estudiamos la capacidad de hacer una “Gestión Estratégica de Infraestructura” de la Federación Internacional de Transporte (de la OCDE), que plantea que una gestión verdaderamente estratégica de infraestructura implica una gobernanza colaborativa entre actores clave y una estrategia de financiamiento multifuente y plurianual para enfocarse en proyectos verdaderamente transformadores.

Consultamos con el departamento de Innovación de la Contraloría, a través de Daniel Sáenz y su equipo, para asegurarnos de que en Costa Rica existieran las condiciones legales e institucionales para impulsar estas capacidades. ¡Para nuestra alegría, así era!

A partir de ahí, los invitamos a plantear una visión basada en los atributos reales de sus cantones y lo suficientemente estructural para beneficiar a todo el ecosistema natural y humano. Estas discusiones abrieron un espacio de debate estratégico interno que no habían tenido antes, lo que enriqueció el valioso trabajo que estaban haciendo con la Universidad Nacional (Alejandra Ávila, Rodrigo Conejo) para elaborar sus primeros Planes Viales Quinquenales. Les invitamos a sintetizar su estrategia utilizando el formato de Business Model Canvas, adaptado por nosotros al contexto de la gestión pública a partir de nuestra experiencia en la empresa privada. Así, crearon un Canvas-Cantón que resumía en una página su visión y sus prioridades.

Además, estos participantes debían replicar estas discusiones con sus equipos internos (alcaldes, vicealcaldes, planificadores, ambientalistas de la muni) y, de ser posible, con actores clave externos de su cantón (empresarios, Juntas Viales, ADIs), para enriquecer los productos resultantes de estas sesiones de trabajo y fortalecer capacidades como la escucha, el diálogo generativo, la gestión de alianzas y el pensamiento de diseño, entre otras capacidades gerenciales.

Así surgieron los 12 equipos municipales que se plantearon implementar formalmente la figura de Equipos Timón (equipos internos de la municipalidad que alinean sus planes de trabajo con las prioridades de una visión cantonal común) y la de Comisiones Independientes (equipos externos a la municipalidad, convocados por el alcalde y electos por la comunidad, que representan la diversidad de actores clave del cantón: empresa privada, inversionistas, fuerzas vivas, academia, embajadas. Estos equipos desarrollan una visión cantonal común y proyectos estratégicos para impulsarla, suscribiendo acuerdos de largo plazo de cooperación para implementarlos).

Dos abogados con amplia experiencia municipal (Christian Campos y Gilberto Monge) estudiaron y desarrollaron un reglamento marco, que los cantones adaptarán a su realidad local a través de sus propios equipos legales.

El reto actual es navegar y consolidar la cultura de gobernar en red, colaborativamente.

Se trata de atreverse a crear Comisiones Independientes que sean un poderoso espacio de diálogo sobre una visión cantonal transformadora y que unan voluntades para impulsarla. Nosotros estaremos acompañando esta retadora y a la vez inspiradora decisión, fortaleciendo capacidades humanas.

El 6 de agosto, de 9 a 12:30, contaremos con la participación de Ana Yancy Paniagua del MOPT, quien nos recordará su confianza y apuesta por la descentralización y el empoderamiento local; Eduardo Barquero de GIZ, quien nos creará consciencia de las oportunidades de las que nos podríamos perder en el campo de la gestión vial en Costa Rica; Francisco Javier Urra del BID, quien confirmará la confianza del banco en que Costa Rica tiene la “madera” humana para este tipo de transformaciones; Elías Soley, representante permanente de Costa Rica ante la OCDE, quien nos recordará que se puede liderar como lo hacen los mejores; Jacobo Pastor de OCDE, quien nos contará la evolución que han tenido las formas de gobernanza en el mundo; Stephen Perkins de la ITF, quien nos explicará cómo se hace y cómo lo han hecho otros; y los cantones protagonistas mostrando sus primeros pasos en esta dirección.

Juan Guillermo Murillo de la Incubadora + Costa Rica- como lo hizo brillantemente Miguel Martí en el simposio pasado- recogerá el hilo central de la conversación y los aportes de actores clave como la empresa privada (UCCAEP, Cinde, asociaciones de empresarios locales, embajadas, fuerzas vivas cantonales, ¡usted!) y tantas otras posibles “manos” para impulsar una visión común transformadora, inspiradora y posibilitadora.

Habrá un enlace en vivo para invitar a quienes usted considere que puedan sumar, quienes desean el bien común y que aportarían desde un interés genuino. Diego Delfino apoyará con su maravilloso espacio para contar esta historia e invitarlos a este primer evento abierto en esta etapa del proceso. ¿Le gustaría participar? ¿Se imagina dar un paso en esa dirección y aportar su semilla a este esfuerzo? ¿Qué sería posible en Costa Rica si germinan algunas de nuestras semillas?

El enlace le pedirá tres datos básicos y le dará acceso. ¡Nos vemos ahí!

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