¿Ha visto esas ciudades que logran identificar eso que las hace únicas: su historia, o comida, geografía, cultura, demografía, arte, y convertirlo en fuente de prosperidad y desarrollo? ¿Esas en las que sus habitantes y sus hijos parecen querer quedarse, o regresar

¿Pasa esto, en el lugar donde usted vive? ¿Es ese el lugar que quiere para sus hijos? ¿O las cosas que se han enfermado y muerto en ese lugar, hacen muy difícil ver que quede algo bueno? 

Esto pasó en Medellín, una ciudad llamada “de la eterna primavera”, por su clima permanentemente templado, ideal para que crezcan flores de todo tipo, que a la vez en los años 80 y 90 llegó a ser una de las más peligrosas y desiguales del mundo, lo que llevó a casi 15% de sus habitantes a emigrar a otras ciudades… ¿Lo lleva a pensar esto, dolorosamente, en algunas ciudades en nuestro país…?

Cuando comienza el deterioro de una ciudad, hay, para mí, tres tipos de respuesta: las que se quedan en modo “sostenerse hasta donde ya no valga la pena quedarse”; las que se dan por vencidas y dejan que otros lleguen a aprovecharse de los despojos... y las otras…”, como diría Brecht, que por la terquedad de algunos, por sus ganas de no dejar morir lo que se quiere, o lo que lo quiso a uno, por querer quedarse a “soplar las brasas”, a despertar del letargo, han hecho algo diferente.

Así pasó también en Medellín, finalmente, a partir del 2010… y también en Curitiba en los 70,  y tal vez en algunos cantones en Costa Rica también… lo que hicieron aquellas dos referenciadas y sus resultados, todos super inspiradores, da para varios otros artículos.

Integración ciudadana, consensos y acuerdos: el camino para rescatar nuestra ciudad

¿Ciudades que logran transformaciones profundas… obra de alcaldes especialísimos y escasos? ¿De equipos municipales tipo Messi? Imposible. Los gobiernos locales, ni siquiera en las grandes ciudades del mundo, no tienen, y tendrán cada vez menos, recursos públicos para las grandes obras de transformación; las que mueven “agujas de desarrollo”. 

En la mayoría de las ciudades que han hecho transformaciones profundas lo que hubo fue acuerdos entre actores clave; empresa privada, gobiernos locales, academia, en fin… gente que vio, o el problemón, o la enorme oportunidad. Se plantearon una visión, calcularon lo que costaba, se preguntaron para quiénes esa visión era un ganar-ganar, les propusieron “meterse todos la mano en el corazón y en la bolsa” para poner recursos intelectuales, humanos, técnicos, financieros, para hacer suceder esa visión. Finalmente, pusieron a trabajar a los equipos ejecutores (municipalidades, otros), para hacerlo realidad, y se “dieron cuentas” mutuamente para mantener la confianza para avanzar. 

En otras palabras, se pusieron a gobernar “en red”, en conjunto, entre todos. A esas redes, en varias ciudades, se les llama “comisiones independientes”, que son agrupaciones que logran sentar juntos a actores clave diversos, para impulsar una visión estratégica que “mueva agujas” de desarrollo en una ciudad.

Así no es como solemos hacerlo hoy. Hoy elegimos cada 4 años a un partido local o nacional al que le encargamos ejecutar un sueño que incluso, los que vivimos ahí, hemos olvidado. Les asignamos un presupuesto limitado, y les damos un plazo de 4 años para que escojan qué incendio pueden apagar y qué proyecto corto pueden lograr. Y luego vienen los otros 4 años, y el “borrón y cuenta nueva”… No por casualidad hay “agujas” que no logramos mover hace años… 

Ejemplos locales

En Costa Rica hay 12 cantones (Curridabat, Dota, Esparza, Heredia, La Unión, Montes de Oro, Monteverde, Oreamuno, Orotina, Pérez Zeledón, Pococí) que ya están adoptando esta figura de comisiones independientes. Sus nuevos alcaldes y sus equipos municipales tomaron la decisión valiente de “gobernar en red”, que es mucho más difícil que “gobernar solos”, porque implica un enorme esfuerzo de diálogo, de consenso, de pensar en el potencial del cantón, y en un plazo que trasciende sus propios períodos en el poder. Pero a la vez les pone una flor en el ojal, porque eso sí es democracia, y eso sí es, al menos en las ciudades que lo han hecho, posibilidad de desarrollo.

Comenzaron por alinearse internamente en función de prioridades estratégicas, empezando por sus unidades técnicas de gestión vial. Mapearon a los actores clave de sus cantones, y empezaron a sentarse a conversar con ellos; qué los conecta al cantón, qué potencial le ven, qué motivación tendrían de unir manos en función de una visión de largo plazo. Y están adaptando un reglamento marco a sus realidades, para formalizar la figura de comisiones independientes y estrenar, formalmente, esta nueva forma de gobernanza local en Costa Rica.

A mí esto, como tica, me dan ganas de quedarme.

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