Por Alonso Avilés Villegas – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
¿Cuál es la solución para poder comprar algo sin tener que salir de la casa? ¿Existe la posibilidad de obtener artículos sin siquiera tener que ir a un atienda? La respuesta a estas preguntas es bastante obvia debido al mundo en el que vivimos. El e-commerce o comercio electrónico nos ha facilitado la vida a muchos de nosotros, ofreciéndonos practicidad y una solución a un problema que no sabíamos que teníamos. Con el crecimiento exponencial que ha tenido el comercio electrónico en los últimos años, es de suma importancia para las empresas de saber para qué sirve y, más importante, cómo hacer uso efectivo del comercio electrónico. Es por esto por lo que hablaremos sobre las definiciones de términos importantes en la materia, y daremos un punto de vista crítico sobre la magnífica invención que es el e-commerce y cómo facilita la vida de nosotros los consumidores.
Para poder tener una mejor comprensión del tema, se requieren dos definiciones sumamente importantes: la de comportamiento del consumidor y la de e-commerce. Schiffman (2002) define el primero de la siguiente manera:
El comportamiento del consumidor se define como aquél que los consumidores muestran al buscar, comprar, utilizar, evaluar y desechar los productos y servicios que consideran satisfarán sus necesidades; se enfoca en la forma en que los individuos toman decisiones para gastar sus recursos disponibles.
En cuanto a la definición de e-commerce la definición más apropiada fue la dada por Rodríguez (2015), quien señala que “el e-commerce consiste en la distribución, venta, compra, marketing y suministro de información de productos o servicios a través de Internet”.
Apegándonos a ambas definiciones, podemos llegar a entender de una mejor manera cuál es la reacción del consumidor ante este servicio. Para un consumidor cualquier servicio o producto que facilite su día a día es de suma importancia. En la actualidad los servicios que ocasionen ahorrar tiempo y energía están en auge, y el e-commerce hace eso exactamente.
Al vivir en un mundo interconectado por el internet —en el cual la mayoría de la población consumista tiene acceso a un teléfono, laptop, o tablet para conectarse a la red—, el comercio electrónico hace que uno sea capaz de comprar gran cantidad de productos, desde ropa hasta comida, desde la comodidad del hogar y sin tener que salir de un cierto confort. Al comprar en aplicaciones o páginas como Amazon, eBay, Uber Eats, entre otras, lo que se hace es consumir sin tener que hacer mayor cosa que pagar. Para las compañías esto es genial debido a que la excusa de las presas, las filas y el tiempo desperdiciado se evita por completo. Evitar todo esto hace que el consumidor tenga menos tiempo de cambiar de decisión y no existan excusas para no comprar.
En conclusión, las ventajas que ofrece el comercio electrónico a nosotros los consumidores son demasiadas como para no considerarlo de los mejores servicios que se ofrecen en la actualidad. El poder dar la capacidad a los clientes de consumir el producto o servicio de una compañía u organización con unos simples clicks en el teléfono es algo que ya consideramos normal, pero no por esto deberíamos cometer el error de quitarle relevancia. Las empresas lo utilizan para promocionar o vender sus productos con un menor costo y, a la vez, hace que más personas tengan acceso a esta información que la empresa quiera transmitir. Como cierre me gustaría que todos tanto emprendedores como consumidores seamos conscientes de la maravillosa herramienta que es el comercio electrónico y apreciemos en cuánto nos ha ayudado a facilitar nuestro día a día.
