Alguna vez se han preguntado ¿cómo apoyar a la económica del país mediante vías que conserven el ambiente? O bien, ¿les ha surgido la duda sobre cuáles iniciativas provienen del gobierno o instituciones proambientales y qué incluyen estas?

Costa Rica se caracteriza por ser un país líder en el fomento del desarrollo sostenible, una de las iniciativas que nos han posicionado de esta manera es la atención que han dado los gobiernos al ambiente y las formas de instaurar una economía que contemple un vínculo y difusión de las prácticas proambientales. Un ejemplo de lo anterior es la integración de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) y la Fundación Costa Rica-Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA) en donde definieron como objetivo, desde el aporte de capital semilla, el cambio en la producción de Pymes más conscientes y amigables con el ambiente, propiciando el valor agregado para que estas sean objeto de exportación. No obstante, una forma de que nosotros, como ciudadanía, nos involucremos a nivel micro en estas dinámicas, radica en formar parte de la cultura nacional consciente e informada del país. Ahora bien, ¿cómo es posible lograr esto?

En una entrevista con Álvaro Sánchez, co-fundador de Compras sin plástico, comentaba que su emprendimiento surgío como respuesta del incremento de consumidores conscientes que desean reducir su huella ambiental y que comparten una visión de sostenibilidad. Por lo tanto, se han concentrado en la difusión de su plataforma, la cual contempla 70 marcas, de las cuales un 90% son emprendimientos liderados por mujeres. Sánchez decía que la ciencia y la tecnología siempre han estado presente en su propuesta de negocio, puesto que, a partir de estas y el contacto con expertos, filtran y analizan el impacto de los emprendimientos, el cual tiene como objetivo el atender los problemas ambientales que ha ubicado en Compras sin plástico, principalmente en parques nacionales y de conglomeración turística como Monteverde y Corcovado.

Para Sánchez, los apoyos de su emprendimiento provienen de la empresa privada e instan al gobierno a identificar las Pymes tradicionales de aquellos que generan un impacto positivo en el ambiente. Por otro lado, el caso de Corteza Ilustración CR, un negocio que contempla la transmisión de la amplia biodiversidad que tenemos en Costa Rica, menciona que usan la tecnología para hacer su mercadería y que sí han recibido apoyo gubernamental del Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) y del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), en torno a la creación de emprendimientos con mayor aprendizaje en políticas amigables con el ambiente. Estas dos historias agregan valor para que los usuarios lleguen a conocer su propuesta y apoyen sus casos, que, de igual manera, nos conciernen a todos.

A partir de mi experiencia como vendedora y clienta, al año se desarrollan varias ferias que dan visibilidad a este tipo de emprendimientos como Transitarte, Hecho Aquí, Feria Verde, o bien páginas y locales que engloban una vasta cantidad de negocios como Compras sin plástico, Mercado Cero y Mercado Ochenta & tres, los cuales se pueden acceder por medio de sus redes sociales.

La reinvención de las marcas, de los negocios y locales debe ser una constante que busque aprovechar los beneficios de vivir en un país que apuesta por la conservación y la sostenibilidad, como es el caso de Costa Rica, el cual resalta en foros internacionales por su compromiso con el cambio climático y la agenda del Desarrollo Sostenible, por tanto, insto a que formemos parte de esta biocomunidad al dar apoyo y voto a iniciativas que preservan el desarrollo económico y ambiental para esta generación y las venideras.

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