Para los especialistas, la detección y el tratamiento temprano son clave para la recuperación del paciente.

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) emitió una alerta este jueves respecto al aumento de la incidencia de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que se ha presentado en la población adolescente en los últimos meses.

Según los datos de la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños, en los tres meses y medio que van del 1 de setiembre de 2022 al 16 de enero anterior se registraron 33 pacientes nuevos con este tipo de trastornos, mientras que en el mismo periodo en el servicio de Pediatría se valoraron 73 pacientes con TCA entre nuevos y subsecuentes, con la anorexia y la anorexia nerviosa atípica como los diagnósticos más frecuentes.

La Caja señaló que los TCAs son conjunto de alteraciones graves relacionadas con la ingesta de alimentos, cuyo origen podría deberse a múltiples factores pero que básicamente se basan en la restricción prolongada de comida, atracones, obsesión por el peso y la imagen corporal, así como pérdida de peso que se asocia, fundamentalmente, a determinados factores de tipo biológico-genéticos de vulnerabilidad, características psicológicas, aspectos socioculturales y estresores.

Los trastornos más frecuentes son la anorexia nerviosa y la bulimia y las personas que los padecen muestran una preocupación excesiva por no engordar, "a pesar de que su peso sea normal o muy por debajo de lo normal".

De acuerdo con la doctora Ana María Moreno Restrepo, pediatra de la clínica, este se trata de un problema de salud mental que aparece con más frecuencia en la adolescencia "debido a la mayor vulnerabilidad que presentan las personas en esta etapa de la vida" y la incidencia es mayor en mujeres, sobre todo a partir de los 13 años.

Este fenómeno constituye un problema de salud mental que puede llegar a poner en peligro la vida de quien lo sufre, por lo que requiere de apoyo y tratamiento con manejo adecuado e individualizado y es importante prevenir, fundamentalmente, en población más joven".

Para Moreno, si bien preocupa el repunte de casos en nuestro país, "inquieta aún más la desinformación que tiene la población sobre esta condición, en virtud de que, muchas personas consideran que el origen de estos desórdenes alimenticios responde a necesidades estéticas por 'vanidad' o 'para llamar la atención', siendo estos trastornos la primera causa de mortalidad por condiciones de origen mental, en la actualidad".

Tratamiento de TCAs

Para los especialistas de la Clínica de Adolescentes, la detección temprana de estos trastornos es clave, "por lo que es muy importante que los padres y familiares presten mucha atención a los cambios de conducta que pudieran anunciar el riesgo de un TCA en sus hijos".

Entre estos figuran que el adolescente deje de comer junto con los otros miembros de la familia; que experimente cambios de ánimo importantes, se empiece a aislar y evite encuentros sociales que antes disfrutaba; que tenga cambios drásticos de peso y se vista con ropa más holgada; que use laxantes o diuréticos en un esfuerzo por perder peso; o que restrinja el consumo de alimentos por decisión propia y a menudo a escondidas.

A su vez, es necesario estar alerta a ausencia o retrasos de la menstruación; a caries dentales que se puedan presentar con el vómito autoinducido y a un estado de ánimo bajo y sostenido.

Según la doctora Moreno, es necesario que los padres emitan una respuesta firme ante este tipo de comportamientos, pues muchos pacientes no aceptan el trastorno, aunque también es recomendable que preventivamente se eviten comentarios que hagan referencia a la autoimagen o del peso corporal del adolescente, que se prohiban comentarios críticos por parte de familiares y que no se transmita ni permita que los hijos tengan actitudes de rechazo ante personas con cuerpos diferentes.

Evite las dietas restrictivas en menores de edad: se ha demostrado que los menores de edad que se someten a dietas tienen mayor probabilidad de presentar trastornos de la conducta alimentaria", agregó la CCSS.

Finalmente, Moreno agregó que:

Es posible que  la mayoría de las personas que los sufren se recuperen de manera satisfactoria con un tratamiento adecuado y personalizado. Para incrementar las posibilidades de éxito en el abordaje y manejo adecuado de estos trastornos, se debe consultar a tiempo y no una vez que el trastorno se encuentre ya instaurado en el adolescente, como sucede en la mayoría de las ocasiones”.