Violaciones pesqueras internacionales podrían provocar sanciones a Costa Rica.

Una coalición internacional de 18 Organizaciones de Conservación Marina presentó una serie de evidencias a la Office of International Affairs, Trade, and Commerce (IATC) del Servicio Nacional de Pesca Marina de los Estados Unidos (NMFS) con el fin de demostrar que Costa Rica está violando al menos dos convenciones pesqueras internacionales, así como el derecho público de EE. UU. Dichas acciones, aseguran, ponen bajo amenaza a las poblaciones de tiburones y marlines comerciales en peligro de extinción.

El pedido de las organizaciones a la NMFS es que presente un hallazgo negativo contra Costa Rica en su próximo Informe Bianual en 2023 que recibe el Congreso estadounidense.

Adicionalmente solicitaron que Costa Rica mantenga el estatus de nación que practica la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), una de las mayores amenazas de los ecosistemas marinos según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En el último informe de la NMFS, publicado en 2021, entró en la lista de países con dichas prácticas, y además se destacó que el territorio nacional tiene problemas de pesca insostenible. 

Específicamente, la denuncia enumera varias violaciones bajo el tratado de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), incluida la captura ilegal de tiburones martillo, tiburones sedosos y tiburones zorro en peligro de extinción, así como la captura ilegal de pez espada sin cuota y sobrepesca de marlín blanco.

Además, señalaron el fracaso de Costa Rica en instituir un programa de observadores a bordo después de 12 años de haberlo prometido, sin el cual es imposible documentar y administrar adecuadamente las pesquerías.

Consecuencias

La amenaza que generan las prácticas ilegales no solo atentan contra la biodiversidad marina y las pesquerías regionales dentro del Gran Ecosistema Marino Costero del Pacífico Centroamericano (PACA), sino también a la economía generada por la exportación de estos recursos.

El biólogo costarricense Randall Arauz, líder de la coalición y director de política internacional de Marine Watch en Costa Rica, explicó a Delfino.cr que, un dictamen negativo para Costa Rica por parte del NMFS, podría negar el acceso de los barcos pesqueros costarricenses a los puertos estadounidenses además de implicar posibles restricciones a la importación de pescado o productos pesqueros a territorio norteamericano debido a la legislación de ese país. 

Arauz recordó que en los años 1999, 2003, 2005, y de 2009 a 2012, Estados Unidos bloqueó la exportación de camarones desde Costa Rica debido a que la forma de pescarlos amenazaba a las tortugas marinas. En la actualidad, de concretarse una sanción de los estadounidenses, dijo que podría haber afectaciones en las exportaciones de la pesca de palangre (pez dorado, picudos, tiburón).

Costa Rica ha entregado durante mucho tiempo la dirección de la política pesquera al interés exclusivo de la pesca comercial, ignorando la ciencia y el interés público. Con el resultado de que Costa Rica es ahora un paria internacional en lo que respecta a la gestión pesquera. Los tiburones y peces picudos en peligro de extinción están más amenazados que nunca en las aguas costarricenses'', lamentó el biólogo y afirmó que el país no hizo nada en 2021 cuando figuró en la lista de NMFS por primera vez.

El director de la Agencia SeaChange, Brock Cahill, recordó que las aguas costarricenses son un bastión para muchas de las especies esenciales y en peligro de extinción por tanto es importante garantizar su cuidado.

Costa Rica ha promovido y apostado por su reputación verde durante años, pero cuando se trata del océano, es el salvaje oeste en alta mar, y el país ciertamente no es azul. Todos sabemos que sin protecciones en el azul… no hay verde”, denunció. 

Peticiones

Randall Arauz reiteró que con esta acusación no quieren afectar al país. Lo que buscan es que se desarrollen pesquerías de manera sostenible, en beneficio de la sociedad nacional, "que se siga pescando con palangre pero de forma sostenible".

La coalición llamó a los Estados Unidos para que fomente una lista de acciones que Costa Rica cumpla para mejorar sus prácticas de gestión pesquera y evitar una futura inclusión en la lista negativa:

  • Implementación inmediata de un programa de observadores y que requiera el registro y seguimiento de la captura incidental.
  • Prohibición de pesca dirigida e incidental y comercialización de tiburones en peligro de extinción bajo la Ley de Conservación de Vida Silvestre de Costa Rica. La captura incidental de tiburones en peligro de extinción debe limitarse a un nivel que proteja a la especie, con consecuencias por cualquier exceso.
  • Deben establecerse límites de captura para los tiburones que no están catalogados como en peligro de extinción para establecer una pesquería sostenible. Una vez superados estos límites, las pesquerías deben suspenderse.
  • Prohibición inmediata y permanente del uso de guías de acero.
  • Implementar una veda estacional de palangre del Pacífico de seis meses (de mayo a octubre) durante el tiempo en que la captura de mahi-mahi es más baja y la captura de tiburones es más alta. Las capturas de tiburones en peligro de extinción en Costa Rica están aumentando, y lo que se describe como una pesquería de mahi-mahi en realidad se dirige a tiburones en peligro de extinción.
  • Promoción de la pesca de atún de aleta amarilla de palo verde , o curricán, por parte de las flotas costarricenses, y ayuda a los palangreros costarricenses en la transición a esta forma de pesca cuando la pesquería de palangre está cerrada durante los meses de mayo a octubre para proteger a los tiburones.