La iniciativa busca mejorar la accesibilidad en Áreas Silvestres Protegidas y promover el reciclaje como parte del Día de los Parques Nacionales.
En la antesala de la celebración del Día de los Parques Nacionales (24 de agosto), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), por medio del Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC), invitó a la ciudadanía a unirse a la campaña de recolección de tapitas plásticas, con el fin de facilitar que personas con discapacidad puedan disfrutar de las Áreas Silvestres Protegidas de manera segura, cómoda y autónoma.
La actividad forma parte del Galardón Eventos Sostenibles Bandera Azul Ecológica y se estará realizando del 21 al 24 de agosto en el Complejo Narime, Orotina.
El reciclaje de tapitas plásticas contribuye a la reducción de emisiones de CO₂, ya que evita la fabricación de plástico virgen y disminuye el carbono liberado en procesos de extracción, producción y transporte.
“La accesibilidad como un derecho universal se ha transformado en un elemento esencial en los entornos, procesos, bienes, productos y servicios que cualquier sociedad debe brindar a los ciudadanos, lo que incluye las áreas silvestres protegidas”, comentó Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía.
La iniciativa se suma al esfuerzo del SINAC-MINAE por implementar herramientas, dispositivos y senderos que garanticen accesibilidad en condiciones de seguridad y comodidad para todas las personas. Diversas Áreas Silvestres Protegidas ya cuentan con pasarelas plásticas o senderos universales, como parte del compromiso con un turismo inclusivo.
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El turismo accesible incluye servicios e infraestructuras que permiten el acceso a personas con discapacidad permanente o temporal, así como a personas adultas mayores. El MINAE destacó que actividades al aire libre son fundamentales para la calidad de vida y que el objetivo es brindar igualdad de condiciones a toda la población.
“Encontramos en estos proyectos el encuentro perfecto entre el reciclaje y la inclusión. Dicha infraestructura mejora la experiencia turística y el disfrute del mar para personas con discapacidad y sus familias; un destino sostenible debe ser también accesible”, concluyó Tattenbach.