Sinac recordó que mayores de 65 años ingresan gratis a los parques nacionales y a las áreas silvestres protegidas.
En el marco del Mes de la Persona Adulta Mayor, siendo su efeméride el 1 de octubre, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), recordó que el país cuenta con 13 áreas protegidas con algún grado de accesibilidad para todas las personas.
Los visitantes residentes nacionales, mayores de 65 años, que porten carné de Ciudadano de Oro, ingresan gratuitamente a los Parques Nacionales y áreas silvestres protegidas. La exoneración aplica tanto en sitio, como en la plataforma de SICORE.
Por otra parte, el Sinac resaltó que todos los segundos miércoles de cada mes se permita el acceso gratuito a los residentes a estas zonas de protección.
Diversas Áreas Silvestres Protegidas ya cuentan con pasarelas plásticas o senderos universales, convencidos de que el turismo en un derecho fundamental para todas las personas, así como el derecho a igualdad de oportunidades, a la no discriminación y a la integración social para el turismo accesible que nos visita.
¿Cuáles son?
El Parque Nacional Cahuita cuenta con accesibilidad para ingresar por senderos elevados. En Playa Blanca se puede llegar a la playa con la pasarela y en Puerto Vargas, el sendero Cativos que llega hasta la Casona. La pasarela plástica en Playa Blanca es de 350 metros y cuenta con una bahía de descanso; y el sendero Cativos en Puerto Vargas de 2 kilómetros y cuenta con tres bahías de descanso.
Cuenta, además, con una silla anfibia (que se puede usar en la área y en el agua), disponible con previa coordinación con el área.
El Parque Nacional Carara tiene un sendero universal de 1172 metros de largo, varias sillas de ruedas, andaderas, muletas y bastones. Hay figuras de animales en el sendero para que las personas con discapacidad visual puedan sentir la forma de parte de la fauna que se puede encontrar en esta área. Además, hay un mapa háptico, información en braille, rampas de accesibilidad para el parqueo, servicios sanitarios, zonas de visitación, bahías de observación, losetas táctiles y bordillos.
Por su parte, el Parque Nacional Volcán Poás cuenta con el sendero “Sombrilla de pobre” de 800 metros de distancia, con disposición de tres sillas de ruedas disponibles para quienes la requieran. El acceso a esta Área Protegida es para todas las personas incluidas las personas con discapacidades, por ejemplo, con movilidad reducida.
El Parque Nacional Manuel Antonio cuenta con un sendero elevado “El Manglar” de 726 metros de distancia hacia la playa donde podrán encontrar la pasarela accesible de 164 metros para ingresar al mar. En el sendero encontrarán 10 bahías de descanso, todas con rotulación interpretativa del sitio. Si desean reservar la silla anfibia para ingresar al mar pueden hacerlo al teléfono: 2777-5185.
El Parque Nacional Santa Rosa ofrece al turista el sendero “Indio desnudo” de 580 metros de distancia, con bahías de descanso cada 100 metros, rótulos interpretativos de fácil lectura y códigos QR con audio que le van indicando la interpretación del sendero. También cuenta con figuras en las bahías de descanso para tocar. Losetas táctiles y bordillo para facilitar el desplazamiento. La huella del sendero es de concreto permeable con pendientes menores al 10%.
Por otra parte, el Parque Nacional Rincón de la Vieja, en el sector de Pailas, hay una sección de 1 kilómetro donde la huella del sendero es de concreto con pendientes menores al 10%. Con baranda a lo largo de esa sección del sendero, llegan al mirador y encontrarán una banca de descanso al final del sendero.
El Parque Nacional Volcán Irazú cuenta con un sendero que se dirige al mirador del cráter principal, así como al Cráter Diego de la Haya, siendo accesible para todas las personas y la infraestructura cuenta con rampas de ingreso al bulevar principal hasta este sitio. Además, cuenta con servicios sanitarios y cafetería que cuentan con accesibilidad según Ley 7600.
Por su parte en el Parque Nacional La Cangreja cuenta con accesibilidad por el sendero para llegar al mirador, el cual está adaptado para todas las personas.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro cuenta con el primer muelle accesible a nivel nacional y de la región centroamericana, por lo tanto, permite que haya accesibilidad para personas con movilidad reducida y otros tipos de discapacidad para que puedan realizar tours en el humedal. Cuenta con un sendero acuático “Los Chocuacos” de 800 metros. El centro de visitantes es accesible y hay empresas locales en la comunidad que cuentan con botes modificados para brindar el servicio a personas con limitada movilidad.
En el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, específicamente en el sector Manzanillo, existe un sendero que va desde Manzanillo a Gandoca de 5 km de distancia con una rampa de acceso de 12 metros que se dirige hacia el mirador. También hay una pasarela en el bosque sobre pilotes que mide 3 metros.
Existen además dos sillas de ruedas para uso de las personas con movilidad reducida que las requieran previa coordinación con la administración del área.
En el Parque Nacional Volcán Arenal, en el sector Península, encontrarán el Sendero Los Miradores de 1,2 km de distancia, el sendero es accesible para todas las personas, inclusive si cuentan con movilidades reducidas. El área protegida cuenta con una silla de ruedas para ser utilizada si es necesaria. Pueden coordinar con la administración del parque su uso.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre Junquillal se convirtió en la primera playa accesible de la provincia de Guanacaste, desde el pasado 3 de diciembre de 2022. Cuenta con cuatro mesas de picnic con acceso para sillas de ruedas, con una pasarela de 100 metros para que personas con discapacidad puedan ingresar al mar a través de la playa. Se ofrece además una silla de ruedas acuática que está a disposición en el sitio.
Y la última área protegida en contar con 60 metros de pasarela accesible para la playa, es el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, donde también se encuentra una silla tipo anfibia, aunque esta no es para ingresar al mar, puesto que en la zona no se puede ingresar al mar por el oleaje y corrientes fuertes, pero sí para estar por la arena contemplando cuando hayan arribadas de tortugas lora. Además, cuentan con dos sillas de ruedas disponibles.