La UNA presentó a 8 estudiantes que representan a los 204 alumnos homenajeados.
Este viernes 21 de octubre, la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) ofreció un homenaje para un grupo de 204 de sus mejores estudiantes, sobresalientes dentro de la institución por su rendimiento tanto académico, como artístico, deportivo y social.
Los estudiantes fueron divididos y escogidos según diversas categorías, entre las que destacan Estudiantes modelos, Mejores promedios, Mención al Mérito Estudiantil y Mención al Mérito Área Personal Social.
Según indicó el vicerrector de Investigación de la UNA, Jorge Herrera Murillo, en la conferencia de anuncio de los ganadores, este jueves 20 de octubre:
La Universidad Nacional como una universidad pública tiene una vocación humanista, eso significa que todos los días hacemos esfuerzos por poner a las personas como el centro de nuestro accionar y sobre todo a las personas estudiantes que son nuestra razón de ser”.
Durante el encuentro con la prensa estuvieron presentes 8 estudiantes, quienes representan a los 204 alumnos que fueron reconocidos por su esfuerzo.
Estudiantes modelo
Entre los estudiantes modelos, la UNA destacó a Abelardo Arroyo Vargas, Ruth Rojas Brenes, Elber Hernández Rivera y Danny Paco Guevara.
Rojas, con su promedio de 9,71 cursa la Licenciatura en Pedagogía con énfasis en Didáctica, destacó por su trabajo como extensionista en el proyecto Esperanza Joven de la División de Educología, mediante el cual ha contribuido a preparar a colegiales de zonas rurales, como Upala y Bahía Drake, para concluir con éxito la enseñanza media y realizó su sueño de entrar a la Universidad.
A sus 48 años, con un Bachillerato en Enseñanza del Arte y Comunicación Visual, ha logrado sobreponerse a situaciones familiares dolorosas para continuar con excelencia sus estudios y trabajar en su tesis de licenciatura.
La realización de ayudar otros es mucho más importante para el crecimiento personal y para lo profesional. Yo lo que siento es que cuando uno logra ver que otra persona avanza, entra a la universidad y saca el bachillerato, es como una realización personal, en mi caso, es mi sueño hecho realidad”, señaló la estudiante.
Arroyo, por su parte, es hijo de un agricultor dedicado al cultivo de fresas que comercializa sus productos en las ferias del agricultor de Zapote y Plaza González Víquez. Actualmente el estudiante cursa Ingeniería en Agronomía, con el objetivo de contribuir al sistema productivo familiar.
Por otro lado, Elber Hernández, estudiante de Bachillerato en Gestión Empresarial del Turismo Sostenible en el Campus de Liberia, es un joven que, a pesar de haber nacido sin una de sus manos, se ha caracterizado "por el excelente desempeño académico, así como por su participación activa en el programa UNAventura Voluntariado", según señaló la institución.
Finalmente, Danny Paco Guevara, estudiante de Ingeniería de Sistema de Información, fue el primero de su familia en acceder a la educación superior, luego de obtener su bachillerato de secundaria por madurez.
Según la Universidad, el alumno "ha mostrado resiliencia al enfrentar la muerte de ambos progenitores y condiciones socioeconómicas adversas para seguir adelante con su meta de convertirse en Ingeniero en Sistemas de Información, carrera en la que ostenta el mejor promedio con 9,36".
Actualmente es asistente académico, colabora en la creación de sesiones para enseñar programación y matemáticas a otros estudiantes y aspira a fundar su propia empresa en el área de ciberseguridad.
Mejores promedios
Por otra parte, entre los mejores promedios de 2022 destacaron las alumnas Carol Calderón Canales y Francis Valverde Bermúdez.
Valverde cursa la Maestría en Pedagogía con énfasis en Diversidad en los Procesos Educativos, con un promedio de 10,0.
A sus 30 años es fundadora, junto a una colega, del Centro Alternativo para el Aprendizaje, en Brasilito de Santa Cruz, Guanacaste. Esta es una escuela primaria sin pupitres ni pizarras, que utiliza metodologías no tradicionales para devolver la autonomía a los estudiantes, con edades entre 6 y 12 años, como dueños de su propio aprendizaje.
Para mí es un privilegio estar acá, y estar rodeada de gente tan admirable, lo que más siento en el corazón al escuchar las historias de todos es agradecimiento por el sistema de educación pública en nuestro país que nos permite llegar hasta acá”, agregó la alumna.
Calderón, por su parte, es oriunda de Guácimo, Limón, estudió Bachillerato en Administración en el Campus Sarapiquí, donde se graduará en noviembre próximo con el mejor promedio tanto de su carrera como de ese campus de la UNA.
Durante sus años de estudio la alumna participó en el taller de teatro Kärätiä, orientado a llevar producciones artísticas a las comunidades y a la vez promover la reflexión sobre temas relevantes en los ámbitos humano, nacional y local. También participó en el proyecto de extensión Manifestaciones Artísticas, mediante el cual se promueve el autocuidado y el bienestar entre los vecinos, a través de talleres de expresión artística.
Mérito estudiantil
El encargado de representar la mención al Mérito Estudiantil, por su parte, es Sergio Cambronero Alvarado, estudiante de Bachillerato en Promoción de la Salud Física.
Cambronero proviene de una familia de karatecas y practica esta disciplina deportiva desde los cincos años. Es integrante de la Selección Nacional de Karate y cuenta con los títulos de Campeón Centroamericano kata individual, Campeón Iberoamericano kata individual, Campeón Centroamericano y del Caribe en kata equipo, Segundo lugar Centroamericano y del Caribe kata individual y Campeón interuniversitario.
Por último, el Mérito Área Personal Social se le otorgó a Fabiana López Cortés, quien cursa la carrera de Pedagogía I y II Ciclos.
López reside en una parcela de sus abuelos en Quebrada Grande de Liberia y debe caminar siete kilómetros para abordar el bus en que se traslada al Campus Liberia de la UNA, donde asiste a sus clases universitarias.
Esta estudiante tiene una hija de siete años y ostenta un promedio de notas de 9,69, además de participar en actividades de voluntariado del Campus Liberia y en el proyecto interuniversitario U Letras, que prepara académicamente a niños y niños con rezago escolar.
El reconocimiento anual UNA surgió a finales de la década de 1970 y su objetivo es homenajear a los estudiantes que sobresalen académicamente y por sus aptitudes artísticas, deportivas y sociales.