El guía naturalista de Bijagua, Donald Varela Soto, descubrió una nueva especie de rana verde brillante del género Tlalocohyla (Anura, Hylidae), que estaba escondida entre el Volcán Tenorio y el Volcán Miravalles.
El anuncio lo hizo la Fundación Costa Rica Wildlife (CRWF), que enfatizó en el trabajo de Varela Soto en la reserva biológica Valle del Tapir por sus esfuerzos de protección y restauración ante la deforestación y la actividad ganadera. Ahora el anfibio descubierto vive en un hábitat protegido, sin embargo, la única población similar conocida vive en Honduras en un singular humedal de 8 hectáreas y es vulnerable a amenazas como el cambio climático, enfermedades infecciosas y tráfico ilegal de vida silvestre.
El artículo científico para la descripción de la especie se publicó en la revista Zootaxa el pasado 30 de agosto; el documento anuncia de forma oficial la existencia de la especie y su ubicación taxonómica a la comunidad herpetológica.
En el documento se enfatizó que la nueva especie se distingue fácilmente de su familia por su coloración verde brillante marcada con una franja dorsolateral clara, incompleta y pronunciada, bordeada arriba por una franja difusa de color marrón rojizo. Su dorso está marcado con llamativas manchas de color marrón rojizo y su piel ventral es completamente transparente.
En CRWF creen que este es un hallazgo de gran importancia para el país ya que comparte una historia multifacética de conservación, ciencia y empoderamiento local y nacional.
Desde el descubridor de la especie; un herpetólogo costarricense, Juan Gabriel Abarca, que lideró la descripción técnica; y la historia de una joven bióloga costarricense, Valeria Aspinall, quien decide dedicar su carrera a conservar los anfibios, que también es el grupo animal más amenazado del mundo.
Como habitantes de este país tan especial, tenemos el poder y la responsabilidad de proteger la increíble biodiversidad que lo habita. Esta especie fue nombrada en honor a un icono turístico de la zona de Bijagua; su nombre será revelado el día que se publique el artículo científico", indicaron desde la Fundación.
El director de CRWF y asociado de Mesoamérica de ReWild, Esteban Brenes Mora, reforzó que “no queremos reportar el descubrimiento de una nueva especie para luego documentar su extinción. Necesitamos actuar efectivamente para asegurar la supervivencia de esta especie”.