El Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica (CCECR) presentó este miércoles su más reciente pronóstico para la economía costarricense para lo que queda de este año, destacando que se espera superar el nivel de empleo previo a la pandemia aunque advirtiendo que la alta inflación registrada este año reduciría la capacidad adquisitiva de los hogares hasta el punto de elevar el nivel de pobreza a una cifra entre el 27% y el 33% de los hogares costarricenses.

Sobre la información presentada el presidente del Colegio, Ennio Rodríguez Céspedes destacó:

Para el segundo semestre del 2022 los reflectores deben centrarse en el alza en el costo de la vida y en especial en sus consecuencias para los hogares en condición de vulnerabilidad. Adicionalmente, debe apoyarse la reactivación económica para lograr un crecimiento del PIB superior al 3% e implementar políticas de empleo para disminuir la brecha de género y promover el empleo juvenil. A su vez, las proyecciones suponen que se mantendrá la disciplina fiscal y que el entorno internacional no se deteriorará más allá de lo proyectado”.

Entre las proyecciones realizadas por el Colegio se destacó que, desde abril del 2021 el país atraviesa un proceso inflacionario creciente, hasta el punto de que entre agosto del año anterior y julio de este año la inflación alcanzó su punto más alto desde abril del 2009.

Dato D+: La inflación acumulada entre enero y julio de este año ya sumaba 8.52%

Según señalaron desde el Colegio “el proceso inflacionario internacional y el nacional, ha hecho que los precios de la Canasta Básica Alimentaria se incrementen fuertemente. Este significativo aumento golpea a un gran sector de la población nacional que ve reducido su poder adquisitivo y lo cual, irremediablemente, implicará también el crecimiento de los niveles de pobreza del país que podría alcanzar el 29,9% de los hogares y la extrema podría alcanzar el 8,9%”.

Por ese motivo desde el Colegio hicieron un llamado a las autoridades para “implementar acciones que atiendan el alto crecimiento del costo de la vida, pero con políticas públicas específicas dirigidas a este sector de la población más vulnerable”.

Las proyecciones del Colegio destacan que no se trata solo de la economía costarricense la que se enfrenta al reto inflacionario, siendo que en nuestro principal socio comercial (Estados Unidos) la inflación se espera alcance el 5.4%, aunque un potencial alivio vendría de una caída en los precios de los combustibles, considerando que los precios del barril de petróleo se han venido ajustando a la baja, tras alcanzar valores históricos en meses anteriores.

Adicional al aumento en el costo de vida, el tipo de cambio podría alcanzar un valor de hasta 695 colones por dólar para finales del segundo semestre de este año, siendo que la proyección del Colegio es de 685 ±10 colones por dólar. El Colegio destacó que "la depreciación del colón ha sido cada vez más significativa desde el 2017, cuando tuvo una disminución del 2,9%, en el 2020 fue de 4,5% y en el 2021 se redujo en 7,1%".

Entre las principales razones que dan desde el Colegio para explicar la depreciación, se señaló “el deterioro en los términos del intercambio por el aumento acelerado del precio de las importaciones, en particular, el combustible, los cereales y los fertilizantes”.

Por otro lado, si bien se espera que Costa Rica mantenga un crecimiento en su producción para cerrar el año, se “mantiene la tendencia a la ralentización de su economía desde el 2017, agravada considerablemente por la pandemia. Se estima que el crecimiento de la producción nacional rondará el 3,4%, una estimación notablemente menor a la de inicios de este año cuando se proyectaba hasta el 4,5%”.

Aunque el Colegio aseguró que la buena noticia de cara al segundo semestre sería que la tasa de desempleo podría colocarse por debajo de lo que estaba a mediados del 2018 (11.1%), recordaron tener cautela y ver el dato en conjunto con el nivel de ocupación y el creciente número de personas desanimadas, que son el grupo poblacional que se rindió en su búsqueda de empleo al no obtener resultados positivos.

Dato D+: La tasa de desempleo para el trimestre de abril a junio fue de 11.7%, aunque la población ocupada seguía siendo de 54 mil personas menos que previo a la pandemia.

Desde el Colegio también pronosticaron un cierre positivo para las finanzas públicas este 2022, considerando una mejora en razones de deuda y balance fiscal, siempre y cuando “se mantenga la disciplina fiscal, que no se deteriore coyuntura internacional y se pueda mantener el crecimiento proyectado del PIB”.

La proyección destaca que “hasta el 2020 (11,4% PIB) el déficit fiscal presentaba tendencia al alza, a partir de 2021 se da un cambio en la tendencia y para este 2022 se pronostica un déficit fiscal de -3,4% del PIB. Además, para este mismo año se espera contar con superávit primario de 0,9% y un déficit financiero de -4,3% del PIB. Debe recordarse que la ruta hacia la sostenibilidad fiscal depende de que se logre mantener un superávit primario”.