En apenas una década, Costa Rica cayó del puesto 5 al 68 en el Índice de Desempeño Ambiental que califica la labor de las naciones del mundo en materia de protección del medio ambiente.

En el 2011, y según reportó el diario La Nación en abril de 2012, el país obtuvo el puesto número 5 en la lista de los países más amigables con el ambiente; sin embargo, para este 2022 el país registra el puesto número 68, con una nota de 46.30 sobre 100 puntos, lejana a la de los 69.03 sobre 100 que obtuvo hace 11 años.

Dato D+: Revise la más reciente actualización del Índice de Desempeño Ambiental, aquí.

El ranking es elaborado por las universidades norteamericanas de Yale y Columbia y busca orientar a los países en la formulación de políticas ambientales.

En total, el EPI (por sus siglas en inglés) evalúa a 180 países en 40 indicadores y 11 categorías sobre temas referentes al manejo de la biodiversidad, del agua, del agro, el cambio climático, la salud ambiental la vitalidad de los ecosistemas emisiones y el manejo de desechos.

A su vez, los datos que utilizan las universidades son obtenidos de una variedad de fuentes como instituciones de gobierno, organizaciones no gubernamentales y centros de investigación universitarios. El procesamiento de estos datos, también, se basa en una metodología científica y respaldada por autoridades internacionales.

Según señaló el Bloque Verde, que agrupa a varias organizaciones que lucha en pro del medio ambiente en el país:

Es claro que la impunidad del delito ambiental y la regulación de los controles ambientales le pasan la factura a un país que le queda muy poco de ese liderazgo ambiental tan pregonado por los impulsores de las falsas soluciones al cambio climático, la economía verde y los mercados de carbono. Tónica que ha sido parte de una falaz política exterior costarricense, mientras descuidan en lo domestico".

El Bloque aseguró que a pesar de que el país empezó en el tercer lugar en el mundo en la primera aparición, antes de que se cambiara la metodología y se colocara finalmente en el puesto cinco, de 2014 a la fecha se ha visto una "decadencia abrupta" que apenas se recuperó en el 2018 cuando el país se colocó en el puesto 30 a nivel mundial y en el primero en América Latina, pero que desde entonces no ha hecho más que retroceder.

Entre 2018 y 2020 Costa Rica cayó 22 puestos llegando al puesto 52 de los 180 por las malas notas en el manejo de recurso hídrico, deficiente manejo de aguas residuales, falta de control en las pesquerías y agricultura. De los diez componentes evaluados, el país empeoró en siete de ellos. Parte de esas caídas se deben a que incluyen nuevas categorías, como energía, cambio climático tratamiento de aguas residuales, sobrepesca, residuos sólidos y algunas como la sostenibilidad de la agricultura, el incremento del riesgo de los plaguicidas y demás, donde se observan grandes retrocesos que miden la pérdida de hábitat para especies en peligro de extinción, estado de las poblaciones de peses, mala calidad del aire, aparición de enfermedades que afectan a las perdonas por factores ambientales", agregó el Bloque Verde.

Según el foro ambiental, en esta última edición del EPI "Costa Rica está entre los 30 países en los cuales la biodiversidad está sujeta a alto riesgo de contaminación por mezclas de plaguicidas y además es la nación en posición 11 en donde existen especies en peligro de extinción amenazadas por agroquímicos".

Las universidades norteamericanas de Yale y Columbia señalan a Costa Rica como un lugar donde existe un alto riesgo de contaminación de agua por plaguicidas. Situación que ha sido más que patente en comunidades de San Carlos, Siquirres y Cartago".

El Bloque reiteró que en Costa Rica se siguen usando 133 agroquímicos considerados altamente peligrosos por sus implicaciones en la salud y en el medio ambiente, entre los que destacan el paraquat y el metamidofós, un insecticida que está prohibido en 102 países.

Además, citaron al más reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado el pasado mes de mayo, que señaló que el 93% de los agroquímicos usados en el país son Pesticidas Altamente Peligrosos (PAP).

Por ello, el Bloque sostuvo que "el origen de las malas notas que obtiene el país son las constantes desregulaciones, desfinancimientos y desmantelamiento de las instituciones y los controles legales ambientales, la parálisis que vive gran parte del sistema judicial ambiental y la gran impunidad y legalización de los delitos ambientales", al tiempo que afirmó que a la calificación "habrá que sumarle además la desprotección y el poco apoyo que enfrentan las personas activistas defensoras de los derechos ambientales e indígenas".