El Banco Central de Costa Rica (BCCR) aseguró en un comunicado de prensa que cuenta con suficientes reservas para enfrentar choques sobre el mercado cambiario y mitigar su impacto sobre el tipo de cambio. Según señalaron desde el Central en diversas ocasiones desde el inicio de la pandemia por COVID-19 la economía del país fue sometida a severos choques sobre el mercado cambiario, lo que ha requerido utilizar parte de las reservas, pero la cantidad total se mantiene dentro de los márgenes requeridos.

El Banco Central aclaró que, al 20 de mayo del presente año, el saldo de las Reservas Internacionales (RIN) alcanzó un monto de $6.839 millones, lo que significó una reducción de $1.263 millones con respecto al nivel registrado en febrero del 2020 (una reducción del 15%), por lo que desde el Central aseguraron que las  RIN “han cumplido su función esencial de amortiguar el impacto sobre el tipo de cambio de choques inesperados o transitorios en el balance externo de un país”.

El comunicado del Central se da luego de que el día de ayer el presidente, Rodrigo Chaves Robles, señalara que parte del aumento en el precio de los combustibles se debe a la devaluación del colón, ya que los litros que compra Recope se pagan en dólares, y dijera:

La administración anterior del BCCR gastó $2300 millones de las reservas para sostener artificialmente el tipo de cambio. Ese error de política pública ocurrió cuando la Reserva Federal de los Estados Unidos tenía tasas de interés muy bajas y la inflación global estaba muy contenida. Fue un error que hoy nos quita capacidad de reacción para responder a la crisis global, incluyendo el precio de los combustibles".

El Banco Central aclaró que en poco más de dos años “la economía costarricense ha enfrentado, por un lado, una oferta de divisas cuya evolución ha estado marcada por una industria turística que aún no se recupera de los efectos de esta crisis sanitaria y, por otro, una mayor demanda de divisas que, en buena medida, reflejó los problemas en las cadenas globales de suministro (costos de transporte), los incrementos en los precios internacionales de las materias primas (exacerbados por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania), y la demanda de las operadoras de pensión que buscaron diversificar la cartera de inversiones financieras”.

Precisamente, parte de esta mayor demanda de divisas quedó de manifiesto en un incremento en los requerimientos de las entidades del Sector Público no Bancario (SPNB), tanto para el pago de la factura petrolera como de operaciones de deuda.

Desde el Banco Central recordaron que bajo el esquema de flotación administrada que se mantiene en el país, el BCCR participa en el mercado cambiario “con el fin de gestionar sus requerimientos y los del Sector Público No Bancario (SPNB) y para acotar movimientos abruptos en el tipo de cambio, sin que ello implique cambiar la tendencia de este macroprecio”.

Adicionalmente, señalaron que en el contexto de la crisis de los últimos años “el BCCR no pudo restituir en el mercado todas las divisas vendidas al SPNB y consideró conveniente cubrir temporalmente esa mayor demanda, la cual se esperaba fuera atendida con créditos multilaterales, cuyos desembolsos se han dado en fechas posteriores a las inicialmente previstas o bien no han ocurrido”.

El Banco Central recordó que espera en el corto plazo recibir los desembolsos de los préstamos de apoyo presupuestario provenientes del Banco Mundial y de la Agencia Francesa para el Desarrollo, aprobados recientemente mediante las leyes 10.207 y 10.233; lo que ayudará a restablecer gradualmente las reservas.

Actualmente, el saldo de las Reservas Internacionales “equivale a 10,4% del Producto Interno Bruto y permitiría atender 4,5 meses de las importaciones del régimen definitivo estimadas para el presente año”, lo cual significa que las reservas se encuentran dentro de los parámetros de referencia internacionales (3-5 meses de importaciones).