La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció, la noche de ayer, su decisión unánime de aumentar el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 150 puntos base (p.b.), para pasarla de 2.50 a 4,00% anual.

Este es el cuarto ajuste consecutivo al alza de dicha tasa desde diciembre del 2021 y es el valor más alto de la TPM desde el 17 de setiembre del 2019.

La TPM es calculada por el Banco Central y sirve como guía a las entidades financieras de hacia dónde se dirigirá la política monetaria, pues el Central sube la TPM cuando prevé presiones inflacionarias y la baja cuando la inflación se ubica por debajo de su rango meta.

Cuando la TPM sube, a las entidades financieras les es más caro fondearse con el Central, por lo que suben las tasas de interés a sus clientes.

Según informaron desde el BCCR, vía comunicado de prensa, el Central:

(...) ejecuta su política monetaria sobre la base de un esquema de metas de inflación. Bajo este régimen, las decisiones de política monetaria y, en particular los ajustes en su TPM, se fundamentan en un análisis del entorno macroeconómico actual y, sobre todo, de la evolución prevista de la inflación y sus determinantes y de los riesgos alrededor de esas proyecciones. Es decir, el Banco Central conduce su política monetaria de manera prospectiva”.

El Banco Central justificó la decisión de subir la TPM en que la inflación a nivel mundial ha venido en aumento desde la segunda mitad del 2021, como consecuencia de factores de oferta y demanda.

Adicionalmente, a partir de febrero del 2022, con la invasión de Rusia a Ucrania, se exacerbaron las presiones al alza en los precios internacionales de las materias primas, pues ambos países son exportadores importantes de combustibles, granos básicos y metales.

En este contexto, los organismos internacionales y los mercados financieros prevén un endurecimiento de la política monetaria, a una mayor velocidad de lo previsto a inicios del 2022, tanto en economías avanzadas como emergentes, y una desaceleración en el ritmo de crecimiento económico mundial.

Dato D+: La inflación interanual a marzo 2022 se coloco en 5.79%, por encima del rango meta definido por el BCCR, que es entre 2 y 4%.

Adicionalmente, el Banco Central destacó que, en el ámbito interno, el crecimiento de la economía continúa firme, con un Índice Mensual de Actividad Económica a febrero 2022 que creció en términos interanuales 8,3%.

Adicional a las presiones inflacionarias a nivel mundial, el BCCR recordó que, en el caso de Costa Rica, se suma el aumento en el tipo de cambio que se ha registrado recientemente, exacerbado por el choque negativo a los términos de intercambio.

La naturaleza esencialmente importada de las presiones inflacionarias se refleja, por ejemplo, en las distintas tasas de inflación de los bienes y de los servicios: 9,4% para aquellos y 1,7% para estos en el mes de marzo.

El Central confirmó que, sus modelos de pronóstico “proyectan que la inflación general se mantendría alta en los próximos meses y, a partir del segundo semestre de este año, iniciaría un proceso gradual de moderación”.

La inflación subyacente se mantendría en torno o ligeramente por encima del límite superior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación del Banco Central (que va de 2% a 4%). Hacia la segunda mitad del 2023 ambos indicadores retornarían a ese rango.

Existe el riesgo de que el comportamiento alcista de la inflación afecte en forma persistente las expectativas y genere así los llamados efectos de segunda ronda, que tornarían más duradero el aumento en la inflación.

La mediana de las expectativas de inflación basadas en encuesta (dirigida a analistas financieros, consultores en economía y empresarios) registra un comportamiento al alza, y alcanzó 5,0% en marzo.

Desde el BCCR recordaron que la tasa de política monetaria expresada en términos reales continúa en valores por debajo de la tasa real neutral, y la medida de ajuste al alza señala:

El compromiso firme del Banco Central con una inflación baja y estable en el mediano plazo, contener las expectativas inflacionarias, acercar más rápidamente la TPM hacia una posición neutral y contribuir a una más rápida convergencia de la inflación hacia el rango de tolerancia alrededor de la meta del Banco Central, la Junta Directiva determinó que en esta oportunidad era necesario hacer un ajuste más fuerte al alza, de 150 puntos base, en la TPM”.