La Fiscalía General de la República alertó de un crecimiento exponencial en la cantidad de personas detenidas por presentar pruebas falsas de COVID-19 en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

El fiscal adjunto de Alajuela, Alejandro Araya Vargas, relató que mientras en diciembre del 2021 la cifra de personas detenidas por esa causa bajó, en enero fueron detenidos 40 turistas de distintas nacionalidades, por presentar pruebas falsas de COVID-19, por lo que los casos crecieron de un mes a otro en un 80%.

De acuerdo con Araya Vargas, los detenidos -todos extranjeros- por la Policía Aeroportuaria afrontan ahora 30 procesos judiciales en las vías de flagrancia, por los delitos de uso de documento falso.

El Fiscal Adjunto explicó que, mayoritariamente, las personas detectadas toman un documento legítimo y recurren a alterarlo o modificarlo por medios digitales, incluyéndole información falsa, puesto que no se han realizado la prueba de COVID-19.

“El personal de las aerolíneas, por su experiencia, es el que detecta algunas circunstancias sospechosas, no solamente por el documento, sino por la persona que lo está presentando, que se muestra nerviosa o no da una explicación veraz de cómo fue el trámite para la obtención de la prueba”, detalló.

Es en ese momento en que se da aviso a la Policía Aeroportuaria, la cual, a su vez, se pone en contacto con autoridades del Ministerio de Salud, quienes realizan la verificación respectiva sobre la oficialidad de la documentación.

Cuando se constata la falsedad de la prueba presentada, la persona es trasladada al Ministerio Público para que enfrente una causa por presunto uso de documento falso.

El artículo 366 del Código Penal establece una pena que va desde un año hasta seis años de prisión; una penalidad importante, la cual podría acarrearla a una persona, no solamente ser objeto de todo el proceso, sino exponerse a una sanción de cárcel.