La Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad (Conagebio), nació con la Ley de Biodiversidad en 1998 y articula a once sectores de Costa Rica para gestionar la biodiversidad del país. Integra a miembros representantes del MAG, Incopesca, Ministerio de Salud, COMEX, SINAC, Conare, Mesa Nacional Indígena de Costa Rica, Mesa Nacional Campesina de Costa Rica, la Federación Costarricense para la conservación del Ambiente (FECON), la Unión costarricense de Cámaras y Asociaciones del sector empresarial (Uccaep) y el MINAE. Estas entidades han tejido juntas, desde los inicios de la Comisión, los criterios necesarios para garantizar la conservación de la Biodiversidad, su uso sostenible y la participación justa y equitativa en los beneficios que la misma genera.

Una de las funciones, entre otras, que tiene la Conagebio es emitir los permisos de investigación que implican el acceso a los recursos genéticos y/o bioquímicos de la biodiversidad del país. El proceso de otorgamiento de estos permisos es complejo, porque involucra, en la mayoría de los casos, a tres partes interesadas. La Conagebio consciente de la importancia de la investigación como motor principal que genera conocimientos con aportes significativos en la conservación de la Biodiversidad del país, ha ido generando en los últimos años una serie de mecanismos para facilitar y otorgar los permisos con mayor celeridad y eficiencia. Entre ellos, se destaca la creación de una plataforma virtual que mejora los trámites asociados al permiso.

Sin embargo, para mejorar de manera significativa la simplificación de trámites, la Conagebio elaboró una propuesta de modificación de la Ley de Biodiversidad que ha coincidido en el tiempo con una propuesta de ley presentada por la diputada Silvia Hernández bajo el expediente 21.807 y que se encuentra en espera de aprobación en la Asamblea Legislativa.

Desde el 2020 la oficina técnica de la Conagebio, ha propuesto modificaciones y recomendaciones al texto presentado en la Asamblea legislativa, muchos de los cuales han sido acogidas y están contemplados en el texto actual. Sin embargo, hay recomendaciones de la Conagebio que, garantizando siempre la simplificación de trámites, no han sido consideradas. Estas se relacionan con una mejor claridad de los textos para su interpretación y uso adecuado de la terminología mundialmente utilizada sobre una temática técnicamente muy especializada.

Por otro lado, es la Conagebio —y no las universidades públicas— quien cuenta con la información integral de todas las solicitudes de permisos que se generan en el país, que incluye tanto las investigaciones de las universidades como las realizadas por otros investigadores nacionales e internacionales, lo que la faculta para tomar decisiones informadas tomando en cuenta el posible impacto acumulado de los diferentes muestreos, y así evitar impactos negativos a poblaciones reducidas o en peligro de extinción. No olvidemos que las propiedades genéticas y bioquímicas de la biodiversidad son bienes de dominio público según el artículo 6 de la Ley de Biodiversidad. Por lo tanto, es responsabilidad del Estado, a través de la Conagebio, regular el acceso a estos recursos, de tal manera que se garantice la conservación y el uso sostenible de la Biodiversidad. Le corresponde a Conagebio velar por los intereses de todas y todos los costarricenses en materia de Biodiversidad.

La libertad de investigación es un derecho humano básico que se debe respetar, siempre y cuando no se lesionen los derechos de otros. En diferentes talleres territoriales, regionales y nacionales facilitados por la Mesa Nacional Indígena de Costa Rica, los y las indígenas han expresado preocupación por la extracción de recursos y conocimiento asociado de la Biodiversidad de sus pueblos, que, sin trámite alguno, hacen algunas empresas privadas, investigadores y las universidades, con lo que se violan los derechos humanos de los pueblos indígenas. Corresponde a la Conagebio jugar un rol de garantes en la protección de esos derechos.

En los últimos días, hemos leído con tristeza y preocupación algunos pronunciamientos públicos de algunos investigadores, que no se ajustan a una información veraz, y comentarios cargados de juicios de valor que se asemejan más a una jerga mediática que al análisis objetivo, honesto y con sentido de la responsabilidad que se esperaría de un científico.

Incluso, se han hecho comentarios que lesionan la integridad y el prestigio de funcionarios de la oficina técnica de la Conagebio que, dicho sea de paso, muchos de ellos son graduados de las universidades públicas.

No satanicemos la labor de compromiso que hace la Conagebio ni tampoco sublimemos con enfoque purista a la investigación y los investigadores. No hay perfección en ningún caso y sí errores que corregir con el compromiso de mejorar.

A la pregunta: ¿cuándo dejamos de ser parte del mismo equipo?  La respuesta es: cuando concentras toda tu energía en defender sólo los intereses de tu gremio, cuando no eres capaz de pensar en los intereses de todos y para el bien de todos, cuando manifiestas opiniones sin sustento, cuando lesionas con tus comentarios a personas o a instituciones. Cuando haces todo esto, te excluyes a ti mismo y dejas de ser parte de un todo.

La Conagebio es una institución que desde su génesis es naturalmente inclusiva. Todas las partes que la integran tienen voz propia y son escuchadas con respeto para impulsar las mejores ideas acuerpadas por el consenso o la mayoría. Esta es la manera adecuada de gestionar la biodiversidad de Costa Rica para beneficio del país.

Alguien muy sabio dijo que “cuando el “yo” se reemplaza por el “nosotros”, incluso la enfermedad se convierte en salud”. Construyamos de manera saludable lo que falta para que la propuesta de ley bajo el expediente 21.807 salga adelante fortalecida. La Conagebio siempre mantendrá la apertura al diálogo respetuoso para que eso se logre.

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