Dictadura le cierra la puerta a la prensa internacional de cara a las elecciones del domingo.


La presión continúa subiendo en Nicaragua, a menos de cuatro días de que abran las urnas que marcarán la continuidad en el poder de los dictadores Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana.

La última bomba de presión internacional cayó sobre Managua este miércoles, luego de que la Cámara Baja estadounidense aprobase, por mayoría, el proyecto de Ley de Reforzamiento de la Adherencia de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral, conocido como Ley Renacer.

Según informó La Voz de América el día de hoy, la ley Renacer es una respuesta “al uso de tácticas represivas” que implementó Ortega “para intimidar, inhabilitar o arrestar” a los candidatos opositores, a medida que se acercaba la cita electoral.

Y es que a solo días de la apertura de urnas, la gran mayoría de los contendientes opositores de Ortega, excepto los cinco que sobreviven, están presos y acusados de traición por parte del régimen. Sin embargo, y según señaló CNN en una nota publicada esta semana, de estos cinco opositores apenas dos han presentado un plan de gobierno por lo que no se vislumbran como candidaturas realmente serias.

A su vez, y según detalla CNN, previo al inicio de la campaña la Asamblea Nacional de Nicaragua canceló la personería jurídica de tres partidos opositores, aprobó una contrarreforma electoral, eliminó la figura de la observación en elecciones y nombró un Tribunal Electoral que la oposición considera como afín al gobierno; además, y entre mayo y octubre de este año, la dictadura ha detenido a 39 dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes a la Presidencia, que enfrentan cargos como conspiración o lavado de dinero y que han generado cuestionamientos de parte de todo el mundo.

Por ello, y con este contexto detrás, los congresistas estadounidenses aprobaron Renacer con sanciones específicas si el régimen no adopta medidas inmediatas que garanticen la celebración de elecciones libres, justas, transparentes y observadas el próximo domingo.

La ley, además, intensifica los esfuerzos para enfrentar los ataques antidemocráticos de Ortega y para "monitorear, informar y abordar la corrupción en el gobierno nicaragüense y la familia de Ortega", así como los abusos a los derechos humanos cometidos por la policía orteguista y por sus fuerzas de seguridad.

Renacer también pide que el gobierno de Estados Unidos imponga sanciones adicionales contra los actores clave del régimen que se unirían a las impuestas en junio pasado en contra de Ortega y una de sus hijas, por la ofensiva contra la oposición; además exhorta a la administración Biden a que abra oficialmente una revisión para determinar si Nicaragua debe seguir como integrante del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica; pide la coordinación de sanciones similares contras naciones del mundo incluidos los gobiernos de Canadá y la Unión Europea; y expande la supervisión de los préstamos de las instituciones financieras internacionales a Nicaragua.

El documento fue aprobado por el Senado estadounidense el lunes pasado, por lo que ahora va camino a la Casa Blanca a recibir la firma del presidente Joe Biden que, desde octubre, viene haciendo un llamado internacional para desconocer los resultados del domingo.

Puertas cerradas a la prensa

Según reportó La Voz de América el día de hoy, la dictadura también le está cerrando las puertas a la prensa internacional de cara al fin de semana.

Así, los reporteros de los periódicos El Heraldo, Le Monde y The New York Times, entre otros, han reportado un trato hostil al tratar de ingresar al país para cubrir las elecciones.

Por ejemplo, desde hace dos semanas, un equipo periodístico del medio hondureño El Heraldo tenía planificado estar en Managua para comenzar a reportar el ambiente preelectoral en el país vecino.

Un fotógrafo, un reportero y un conductor pretendían llegar a Managua el 26 de octubre para su cobertura al proceso electoral pero al tratar de ingresar al país les denegaron la entrada.

Según señaló el director ejecutivo de El Heraldo, Carlos Mauricio Flores a la Voz de América, un funcionario de migración le dijo a los periodistas que "no son bienvenidos a Nicaragua y por favor, se van, se retiran inmediatamente”.

A su vez, el periódico francés Le Monde también denunció que Nicaragua negó la entrada a su corresponsal Frédéric Saliba y esto se une a la denuncia que realizó, cinco meses antes, Anatoly Kurmanaev, reportero del medio estadounidense The New York Times, quien también ha seguido de cerca la situación política en Venezuela.

Kurmanaev compartió la denuncia del NYT en sus redes sociales contando que cuando le preguntó “a la esposa de Ortega, Rosario Murillo, el motivo de la negativa, ella simplemente escribió: ‘gracias por su interés’”.