“La pandemia de la COVID-19 ha agudizado la violencia contra las mujeres tanto en sus hogares como en los espacios públicos”.
Así lo señaló esta semana el más reciente informe de ONU Mujeres que destaca el impacto negativo de la crisis sanitaria actual en la salud mental y emocional de la población femenina.
El informe fue publicado este miércoles 24, en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora cada 25 de noviembre.
Según el estudio, casi una de cada dos mujeres informó que ella o una mujer que conoce había experimentado alguna forma de violencia desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
Las mujeres que denunciaron estos datos tenían 1,3 veces más probabilidades de presentar un aumento del estrés mental y emocional que las mujeres que no lo hicieron", agregó ONU mujeres.
Así las conclusiones del documento, basado en los datos de encuestas realizadas en trece países de las diversas regiones del mundo, muestran además que cerca del 25% de las mujeres se siente menos segura en su hogar desde que inició la pandemia y que los conflictos familiares han aumentado desde marzo del año pasado.
El 21% de las encuestadas explicó que se siente insegura en casa debido al maltrato físico. Algunas mujeres comunicaron específicamente que habían sufrido daños a manos de otros miembros de la familia (21 %) o que otras mujeres del hogar estaban sufriendo daños (19 %)".
A su vez, las mujeres también se sienten más expuestas a la violencia ahora y por ello el 40% de las participantes afirmó que desde que empezó la pandemia se siente menos segura caminando sola por la noche, además de que tres de cada cinco piensan que el acoso sexual en espacios públicos ha empeorado durante la contingencia.
Entre los factores socioeconómicos que han influido en el aumento de la inseguridad o la violencia, así como en el bienestar general de las mujeres, se cuentan las presiones financieras, la falta de empleo, la inseguridad alimentaria y las relaciones familiares.
La publicación del informe da inicio a los 16 días de activismo contra la violencia de género, que son parte de la campaña global ÚNETE del Secretario General de las Naciones Unidas y que culminarán el próximo 10 de diciembre.
El lema de la iniciativa es: “Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”.
Según Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, los nuevos datos “subrayan la urgencia de llevar a cabo esfuerzos concertados para poner fin a esta situación”:
La violencia contra las mujeres es una crisis mundial que crece en conjunto con otras crisis. Los conflictos, los desastres relacionados con el clima, la inseguridad alimentaria y las violaciones de los derechos humanos contribuyen a que las mujeres y las niñas vivan con sensación de peligro, incluso en sus propios hogares, vecindarios o comunidades”.
La funcionaria añadió que al exigir medidas de aislamiento y distanciamiento social, la pandemia de COVID-19 dio lugar a una segunda pandemia de violencia en la sombra contra mujeres y niñas, que a menudo se vieron confinadas junto con sus maltratadores.
ONU Mujeres enfatizó en que, de acuerdo con el derecho internacional, los Estados y la comunidad internacional tienen la obligación de abordar la violencia hacia las mujeres y sus relatores recalcaron que, sumadas, estas formas de discriminación “no sólo agravan la intensidad y frecuencia de la violencia, sino que también agudizan la impunidad que existe contra ella y aumentan la disposición social e individual para permitirla”.
Por ello consideraron especialmente preocupantes los nuevos espacios de violencia de género que se suman a los tradicionales como la violencia física, sexual, psicológica y económica, que ahora ocurren el ciberespacio, incluidas las redes sociales.
En este renglón, los relatores aseguraron que aunque los gobiernos, las empresas privadas y otros traten de ocultar sus responsabilidades detrás de la naturaleza aparentemente "sin fronteras" del internet, "los derechos humanos son universales y, por lo mismo, existe un régimen que protege las garantías de las mujeres y las niñas tanto en línea como fuera de línea, y que exige tolerancia cero con la violencia contra ellas en el espacio digital".
La violencia contra las mujeres y las niñas florece porque no hay impedimentos ni se exige una rendición de cuentas de quienes buscan silenciarlas y facilitar su explotación, abuso, mutilación y asesinato. Si queremos evaluar la salud, la seguridad y la prosperidad subyacentes de una sociedad, todos debemos cumplir con nuestro deber de participar en el respeto y la promoción de los derechos de las mujeres y las niñas. No habrá prosperidad sin poner fin a la violencia que las asola en el ámbito público y privado”, concluyeron los relatores.
Dato D+: Lea más detalles sobre la conmemoración del 25 de noviembre en Costa Rica en la nota #25N: Poder Judicial contabiliza 50 muertes violentas de mujeres en lo que llevamos del 2021.