El estudio Balance y Tendencias del Sector Vivienda 2020 concluyó que durante el año pasado las condiciones de crédito y disponibilidad de financiamiento mejoraron pero no encontraron tierra fértil entre la ciudadanía.

Así lo señalan los hallazgos que fueron presentados al público durante un evento realizado en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), la semana anterior.

La investigación es una iniciativa de la maestría de Vivienda y Equipamiento Social del posgrado de la escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR) y, de acuerdo a sus coordinadores, surgió de la necesidad de aportar al país un análisis de los aspectos más importantes del entorno económico y los principales indicadores relacionados al sector vivienda y asentamientos humanos.

Su realización, además, contó con un enfoque especial en la influencia de la pandemia sanitaria y el análisis de 3 casos de éxito en construcción sostenible.

Para el investigador Miguel Gutierrez-Saxe:

La investigación es un balance fundamentado que recorre las principales tendencias del contexto nacional y del sector vivienda y asentamientos humanos del 2020. Año de contracción profunda de la producción, del empleo, de los ingresos de los hogares y de deterioro muy marcado del balance fiscal, sin intervenciones robustas del gasto público salvo para la atención directa a la pandemia, de gigantescas presiones para la convivencia de la mayor parte de la población en las viviendas y fuera de ellas. En fin, un año extraordinariamente nublado e incierto”.

Entre los resultados más importantes de la investigación referentes al contexto nacional, se afirma que si bien las tasas de interés internacional se adecuaron a las condiciones de la pandemia y esto se tradujo en una mayor cantidad de recursos disponibles para construcción a un menor precio, hubo una baja de ingresos de los hogares de entre el 12% y 15% que se mantuvo en todos los quintiles y esto se tradujo en que las ventajas disponibles en el mercado no encontraran demanda entre la población.

A su vez, el estudio reveló que la construcción de viviendas se redujo en unidades (-15,4%) y en metros cuadrados (-33%), al tiempo que las viviendas construidas fueron más pequeñas en promedio a años anteriores.

Por su parte, la morosidad mostró un ritmo estable y sin incrementos considerables, esto debido a las protecciones de pago, arreglos y readecuación de deudas.

Construcción sostenible

La investigación cerró su presentación con un análisis de 3 casos de construcción sostenible, con el fin de ejemplificar la importancia de establecer el cuidado ambiental y el bienestar humano como ejes principales de desarrollo.

Las experiencias analizadas utilizaron madera certificada, bloques hechos de plásticos desechos y eco blocks (bloques de concreto que contienen hasta un 10% de plástico). Este último recurso, se usó en la construcción de un complejo de viviendas a cargo de Hábitat para la Humanidad, uno de los principales colaboradores del estudio.

De acuerdo con el investigador y sociólogo, Franklin Solano Castro:

Los sistemas estudiados presentan facilidades y un costo accesible para la adaptabilidad o remodelación de estructuras existentes, lo que las hace funcionales para atender el déficit cualitativo de vivienda. Los sistemas constructivos con madera y plástico reciclado tienen amplio potencial para generar empleo y disminución de impacto ambiental por la baja producción de dióxido de carbono, siempre y cuando se pueda incentivar la industrialización de los materiales certificados a nivel local”. 

La investigación se comprende de 4 capítulos: Contexto 2020, Balance y Tendencias del Sector, Pandemia y Vivienda y Construcción Sostenible. Y sus investigadores contaron con la colaboración del Programa Estado de la Nación (PEN), Hábitat para la Humanidad Internacional y el auspicio de CRDC Global, CFIA, Armabloque SOMABACU, Grupo Buen Hogar y SYNSA y puede leerse completa en el siguiente link.