El Departamento de Estado norteamericano ha informado este lunes de que vetará la entrada en el país a un centenar de diputados y jueces nicaragüenses y algunos de sus familiares por considerar que están implicados en la represión y persecución de la oposición. Además ha revocado todos los visados vigentes.
"Son responsables o cómplices de socavar la democracia (...) reprimir la protesta pacífica o de crímenes contra los Derechos Humanos", ha explicado el Departamento de Estado en un comunicado en el que les atribuye "los ataques del régimen Ortega-Murillo a la democracia y los Derechos Humanos", en referencia al presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
En concreto, se les considera responsables de la detención de "26 opositores y activistas prodemocráticos", incluidos seis precandidatos presidenciales, "activistas estudiantiles, líderes del sector privado y otros actores políticos".
En lo que se refiere a los diputados, les reprocha la aprobación de "leyes represivas" como la normativa electoral, la ley de delitos informáticos, la ley de agentes extranjeros o la ley de soberanía, "utilizadas para restringir y criminalizar la libre expresión, la disidencia y la participación política".
"Estados Unidos seguirá utilizando las herramientas diplomáticas y económicas de las que disponemos para presionar por la liberación de los presos políticos y apoyar la petición de los nicaragüenses de más libertad, rendición de cuentas y elecciones libres y justas", concluye el texto.
Distintas organizaciones no gubernamentales y países extranjeros han denunciado la deriva autoritaria de Daniel Ortega, que se ha evidenciado con la detención de periodistas, activistas y opositores, incluyendo varios candidatos presidenciales a los comicios de noviembre.