La edición 2021 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que establece Reporteros sin Fronteras (RSF) coloca a Costa Rica en la posición #5 de 180 naciones tomados en cuenta para el análisis. El país subió dos puesto en la clasificación  con respecto al estudio de 2020.

Inmersa en América Latina, donde la crisis del coronavirus ha actuado como un acelerador de la censura y ha creado serias dificultades para acceder a información sobre la gestión de la pandemia por parte de los gobiernos de la región, Costa Rica es la nación mejor situada del ranking del continente  y el Caribe. El top 5 del continente lo completan: 

  1. Costa Rica (5)
  2. Jamaica (7)
  3. Canadá (14)
  4. Uruguay (18)
  5. Surinam (19)

El informe sobre la región hace énfasis en las prácticas de los mandatarios de Guatemala, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Venezuela, donde los líderes dificultaron la tarea de los medios y hasta amenazaron con un toque de queda a los medios.

Estos mandatarios aprovecharon la onda expansiva provocada por la crisis para fortalecer su arsenal de censura y complicar aún más la labor informativa de la prensa independiente. A los periodistas se les acusó públicamente de exagerar la gravedad de la crisis sanitaria y de sembrar el pánico en el espacio público. Quienes se atrevieron a cuestionar la respuesta oficial de las autoridades para combatir la pandemia fueron detenidos, acusados de practicar el "terrorismo de desinformación"", advierten desde Reporteros Sin Fronteras.

 El periodismo es la principal vacuna contra el virus de la desinformación

Por quinto año consecutivo los países nórdicos encabezan la lista. Noruega ocupa el primer lugar de la tabla, aunque los medios han señalado una falta de acceso a la información pública sobre la pandemia. Finlandia conserva la segunda posición, mientras que Suecia recupera el tercer puesto, perdido el año pasado ante Dinamarca que es 4º.

Reporteros sin Fronteras señala que, a nivel mundial, el periodismo está total o parcialmente bloqueado en el 73% de los países que analiza la organización.

Por causa -o con el pretexto- de la crisis sanitaria, los periodistas se enfrentan a un "cierre de accesos" tanto a las coberturas sobre el terreno como a las fuentes de información". 

El informe, además, indica que se muestra una creciente dificultad para que los periodistas investiguen y divulguen temas delicados, sobre todo en Asia y Oriente Medio.

Respecto a las potencias se detalla que: 

Alemania perdió dos puestos y se sitúa en el puesto 13 como consecuencia de que decenas de periodistas han sido agredidos por manifestantes cercanos a movimientos extremistas y conspirativos durante las manifestaciones contra las restricciones sanitarias.

Estados Unidos es #44º a pesar de que el último año del mandato de Donald Trump se caracterizó por una cifra récord de ataques (casi 400) y detenciones de periodistas (130), según el US Press Freedom Tracker.

Rusia aparece en lugar 150, debido al despliegue de su aparato represivo para limitar la cobertura mediática de las manifestaciones por el opositor Alexei Navalny.

China está en el puesto 177, y el informe advierte que "sigue llevando a niveles sin precedentes la censura, la vigilancia y la propaganda en internet".

El secretario general de RSF, Christophe Deloire, resalta el rol del periodismo ante la desinformación y afirma:

Por desgracia, su producción y distribución se ven bloqueadas con demasiada frecuencia por factores políticos, económicos y tecnológicos, y, en ocasiones, incluso culturales. Ante la viralidad de una desinformación que sobrepasa fronteras, a través de plataformas digitales y redes sociales, el periodismo es el principal garante del debate público basado en una diversidad de hechos establecidos”.