Si analizamos la realidad económica de Costa Rica de los últimos años, podemos concluir que sufrimos una contracción económica generalizada, caída del consumo, construcción, industria, comercio, etc.  La ineficiencia del estado, el déficit fiscal, la falta de medidas para reactivar la economía y la pandemia, han acrecentado esa contracción. Hoy estamos al borde del default, con un déficit fiscal del 8,3% del PIB, 26% de pobreza y desempleo.

A pesar de esa realidad y amenaza latente, tenemos sectores muy exitosos, competitivos globalmente, y con un enorme potencial de crecimiento.

Los servicios tercerizados para el mercado global y el cluster de ciencias de la vida/manufactura, ambos en régimen de zona franca, son nuestras áreas más dinámicas, exitosas y competitivas. Son el motor del desarrollo del país, solo en el 2020 (a pesar de la pandemia), generaron más de 15 mil empleos y crecieron un 8%, mientras Costa Rica se contrajo un 4,5% del PIB.

Existe una oportunidad de crecimiento, gracias a las políticas de Estados Unidos de nearshoring, además del éxito y expansión que tienen las operaciones ya establecidas en el país.
La pandemia ha castigado brutalmente el turismo a nivel global y local, sin embargo antes de la pandemia manteníamos un crecimiento acelerado, sin dejar de lado que es uno de los sectores que mejor distribuye la riqueza en todos los estratos de la sociedad.

La imagen país y la cobertura mediática, hoy nos favorecen con reportajes en los principales medios globales, que posicionan a CR como el mejor destino turístico, el más natural, exótico, el paraíso para vivir, estudiar, trabajar y visitar después de la pandemia.    Claramente tenemos una oportunidad de oro para potenciar el turismo, atraer inversionistas, profesionales y talento.

¿Cuáles son nuestras fortalezas para que esos sectores sean hoy exitosos?

  • La estabilidad país e historia democrática.
  • El talento y recurso humano.
  • Mismo huso horario y cercanía a Estados Unidos.
  • Régimen de zona franca.
  • La biodiversidad, exuberancia y riqueza en recursos naturales.

¿Qué limita esos sectores para crecer?

  • Abundante mano de obra calificada, profesionales y técnicos, para que estos sectores crezcan y se puedan atraer nuevas empresas.
  • Las trabas burocráticas - legales que limitan la facilidad y elevan el costo de hacer negocios (doing business report).
  • Costo de la energía.
  • Seguridad.
  • Costo país derivado de la carga tributaria y seguridad social, que afectan el costo de producir y la competitividad.

¿Qué medidas urgentes podemos tomar para desatar nuestro máximo potencial?

  • Alinear el sistema educativo con base en las necesidades de esos sectores, enfocando los recursos públicos en la formación de habilidades necesarias, carreras técnicas y/o  universitarias , incluyendo la formación dual, y dando énfasis al bilingüismo.
  • Aplicar una simplificación de trámites real orientada a facilitar la inversión, establecimiento de empresas y el emprendedurismo.
  • Reducir el costo de la energía a partir de reformas en el sistema de tarifas, generación y venta de activos.
  • Reducción de tributos y cargas sociales que eleven la competitividad y reduzcan costo país.
  • Desarrollo de una política agresiva de atracción de talento, profesionales e inversionistas, aprovechando la tendencia de nómadas digitales e imagen país, para compensar la escasez de talento calificado, mientras formamos el talento requerido.

Eso no significa que Costa Rica no tenga potencial en otras áreas y no deba invertir o incentivar a otros sectores. Pero sí debe enfocar los escasos de recursos que tenemos, en aquellas inversiones que harán posible que los sectores más exitosos y competitivos, exploten su máximo potencial y crezcan. Eso generará un efecto multiplicador que hará crecer al país, permeará a todos los demás sectores, mejorara el empleo, el consumo, la recaudación fiscal, redistribuirá la riqueza, etc.

Nada de esto es rocket science. Es una enumeración de acciones que los tigres asiáticos aplicaron para alcanzar el desarrollo. En menos de 50 años pasaron de una realidad social y económica peor que la nuestra, con menos recursos económicos y naturales, pero con visión, disciplina y enfoque, supieron potenciar sus fortalezas y oportunidades a partir de sus escasos recursos, para alcanzar el desarrollo. Singapur, Taiwan y Korea son ejemplos claros de esa visión y pragmatismo.

Hacer eso posible en Costa Rica, depende del líder del Estado y su equipo de trabajo, pero también depende de un consenso social que nos enfoque en nuestras coincidencias, y dejemos de lado las diferencias políticas o ideológicas que hoy nos tienen divididos como país, sin darnos cuenta que al final aspiramos a lo mismo: erradicar la pobreza, mejorar la calidad de vida de todos nuestros habitantes, alcanzar el desarrollo de manera sostenible, utopía.

Tenemos el talento, los recursos naturales, la estructura estatal y la capacidad, para  hacer de Costa Rica el primer país desarrollado de América latina. Nuestros sectores exitosos son el mejor ejemplo. Pero debemos enfocamos en una hoja de ruta que potencie nuestras fortalezas y coincidencias.

La llave del desarrollo está en la voluntad política para liderar las acciones necesarias, soñemos en grande, seamos una vez más una sola Costa Rica que deja de lado sus diferencias y se enfoca en trabajar hombro a hombro para alcanzar el desarrollo y el bien común.

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