“Sí, todo anda muy mal, pero nunca hemos estado mejor” dijo Mario Vargas Llosa al presentar la novela Tiempos Recios en una entrevista en El País de España, y esa frase refleja perfectamente los sucesos que tuvieron lugar en Wall Street en días anteriores por el súbito aumento en el valor de las acciones de GameStop, una pequeña —y casi en quiebra— tienda de venta y compra al detalle de videojuegos.

Wall Street generó el nacimiento de los fondos de inversión libre o fondos de cobertura (hedge funds), fondos de inversión diversificados y con muchos participantes individuales que gozan de poca regulación y apetitos individuales de riesgo. Estos fondos junto con los grandes bancos de Wall Street fabricaron la mayor crisis hipotecaria en la historia de los Estados Unidos en el 2008, y también, por supuesto, han facilitado el acceso a personas “comunes” a los mercados bursátiles antes inaccesibles.

Los pasados 27 y 28 de febrero, las acciones de GameStop multiplicaron su valor primero en un 135%, luego en un 900%, pasando de valer $18 a inicios del 2021 a $347.51 el pasado miércoles, y luego bajar el jueves siguiente a $194. Un desenfrenado evento bursátil digno de una tesis de economía y películas, que tuvo su genésis y desarrollo dentro de redes sociales y aplicaciones de teléfono.

Un papá de 34 años de edad con una bebé de dos años y que trabajaba en una empresa de mercadeo en Boston, es un aficionado a la compra y venta de acciones a través de aplicaciones y herramientas en línea. Las aplicaciones para intercambio y compra de acciones y divisas le permitieron tener acceso y ganar práctica sin tener formación alguna en bolsa ni haber pasado por las escuelas de Wall Street. A través de Reddit, una red social gratuita con foros de intercambio de opiniones e ideas, empezó a compartir opiniones y un grupo cada vez más grande de personas que no se conocían se pusieron de acuerdo y atacaron la venta en corto que varios de estos fondos de inversión practicaban sobre las acciones de GameStop.

¿Qué es una venta en corto? En términos muy generales es ganar dinero previendo o adivinando que a una empresa le va a ir mal en el futuro. De forma sencilla, el grupo de inversión apostó que las acciones de GameStop iban a perder su valor con el paso del tiempo; la oleada de compra de acciones de esa tienda por parte de inversionistas que surgieron de los foros de Reddit hizo que su valor ascendiera a las nubes, generando, hasta ahora, el aumento del valor de GameStop hacia una posible burbuja y la quiebra técnica del fondo de inversión Melvin Capital Management; un fondo de inversión con un patrimonio declarado de doce mil millones de dólares.

Existen muchas aplicaciones para comprar y vender acciones y divisas en los diversos mercados de valor mundiales, a raíz de su reacción al fenómeno GameStop la que más ha llamado la atención de análisis es Robinhood. Esta aplicación, propiedad de una empresa financiera basada en California, es la que más se utilizó para la compra de acciones de GameStop de parte de inversionistas individuales.

Luego del aumento de valor de las acciones de GameStop, la aplicación tomó la medida de bloquear a sus usuarios la posibilidad de comprar acciones de GameStop, American Airlines, AMC, BlackBerry, Bed Bath & Beyond, Castor Maritime, Express, Koss, Nokia, Sundial Growers, Tootsie Roll Industries y Trivago, empresas todas mencionadas en el foro de Reddit “wallstreetbets” que generó el frenesí de compras de parte de accionistas individuales.

El bloqueo de parte de esta y otras aplicaciones a los accionistas individuales que no cuentan con otros medios para la negociación de acciones no solamente resultó polémico por la imposición de límites de uso de la aplicación en sí misma, sino también porque, al mismo tiempo, los fondos de inversión sí podían hacerlo y compraron acciones por sí mismos de estas empresas como medida de protección o seguro, sin que tuvieran ningún tipo de bloqueo o limitación para hacerlo, generándose una evidente disrupción e inequidad de acceso al mercado.

Esta acción ha generado reacciones dentro de los Estados Unidos, en donde miembros del Congreso de ambos partidos han criticado duramente a Robinhood. La congresista demócrata Alexandra Ocasio Cortez solicitó llamar a una audiencia para investigar el caso, siendo apoyada por el republicano Ted Cruz. Elon Musk, director de Tesla y otros proyectos mundialmente conocidos de igual manera se manifestó en contra de la intervención en el mercado por parte de la aplicación.

En una reacción similar a la de Robinhood, el gigante de la tecnología Google eliminó miles de calificaciones negativas de usuarios a la aplicación en su tienda, regresándola a una calificación de 4,7 estrellas después de haber sido relegada a 1 estrella tras las calificaciones negativas; Google alegó que se basó en su política de eliminar valoraciones cuando estime que se intenta “manipular” la puntuación de una app. Una acción que probablemente será tema de interés en el proceso del Gobierno de los Estados Unidos contra Google por sus prácticas anti competitivas.

La reacción de las autoridades reguladoras del mercado de valores estadounidense no ha sido, hasta ahora, clara. Los más reaccionarios afirman que, al igual que en momentos críticos anteriores, defenderán y salvarán a las empresas grandes del status quo y desconocerán el rol de los individuos independientes en el mercado. Los más conservadores por su parte afirman que se debe actuar ante la evidente generación de burbujas financieras sin sustento real. Mientras tanto, la mayoría de los economistas siguen concordando: las burbujas no se pueden ver sino hasta que revientan.

Las lecciones legales que nos deja este caso son bastantes. Estamos, sin lugar a dudas, enfrentando industrias y mercados que no existían antes en toda la historia del derecho y no tienen regulaciones ni interpretaciones expresas.

Las aplicaciones de intercambio de acciones y divisas han abierto los mercados internaciones a personas físicas que, con o sin experiencia, cuenten con un teléfono inteligente y una conexión a internet, sin ningún tipo de limitación territorial o jurisdiccional; y las tecnologías intangibles y virtuales tienen efectos muy concretos y que se pueden tocar en el “mundo real” como por ejemplo obligar la inyección de dos mil setecientos cincuenta millones de dólares en un fondo de inversión para evitar su quiebra.

Las aplicaciones no solamente tienen acceso a la información y dinero de sus usuarios, sino que también han demostrado que pueden poner límites a las transacciones que, de otra manera, sus usuarios hubieran podido hacer libremente y sin ningún impedimento. Existen nuevos gigantes de la economía mundial cuyo poder y facilidad de alcance son mayores a las de sus antecesores del petróleo, hubieran podido imaginar. La especialización de los legisladores y aplicadores del derecho en temas tecnológicos es urgente.

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