La activistas Ana María y Melissa contabilizan 120 horas en huelga de hambre frente a Casa Presidencial. Ambas mujeres piden al presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, vetar la ley que abre el portillo a la reactivación de la pesca de arrastre en Costa Rica, aprobado en segundo debate la semana pasada.
Las huelguistas se encuentran estables de salud y han estado acompañadas por otros manifestantes durante la mayoría del tiempo. En la siguiente imagen se puede observar la tienda de campaña en la que duermen las activistas:
Según las manifestantes, aún no ha existido ningún acercamiento de la autoridades gubernamentales, por lo que no se ha propiciado ningún intento de diálogo.
La única respuesta estatal hasta el momento ha sido la presencia policial constante.
El día de ayer el presidente recibió oficialmente el documento de la ley aprobada en la Asamblea Legislativa, por lo que a partir de este miércoles comenzó a regir el plazo para que el presidente Carlos Alvarado Quesada la vete o la reafirme.
Para las activistas es una necesidad vetarla, a sabiendas de los graves impactos ambientales y sociales que la pesca de arrastre podría traer a Costa Rica. Las principales universidades públicas del país, el propio partido oficialista y diversas fundaciones como MarViva también han manifestado que el veto es necesario.
Incluso, un grupo de 8 diputados y treinta municipalidades de Guanacaste, Heredia, San José y Cartago se pronunciaron en contra de esta práctica a lo largo de esta semana.