El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), cuyo peso es referencia para Costa Rica, se desplomó −305% este lunes cerrando en $−37.63 dólares, lo que quiere decir que por primera vez en la historia de los Estados Unidos, las empresas petroleras pagan a sus clientes para llevarse las reservas.
El desplome se dio tras la saturación de los almacenes de petróleo en los Estados Unidos, debido a la poca actividad económica mundial por la pandemia de COVID-19 y un tardío o insuficiente acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) para recortar la producción mundial y detener la caída del precio.
El precio del barril WTI, que se basa en los precios pactados para las transacciones de mayo y cuya negociación de contratos finaliza este martes, empezó a desplomarse durante toda la mañana y tarde de este lunes. El precio de cierre previo era de $18.27 el barril y durante el día cayó tan bajo como $−40.32 el barril, hasta cerrar a las 3 pm (hora de Costa Rica) en $−37.63 el barril, una caída de −$55.90 respecto al precio previo (−305.97%).
Se espera que este martes o miércoles el precio repunte, ya que empiezan a negociarse los contratos de petróleo WTI para el mes de junio. Inclusive, al cierre de edición de esta nota los precios futuros ya se situaban en $20.96 el barril, una subida de + $58.59 respecto al precio de cierre de hoy (+155.70%), la diferencia más grande entre contratos petroleros de la historia.
Paralelo a eso, las compañías petroleras canadienses comenzaron a cerrar proyectos de producción de petróleo ante la caída del precio. Husky Energy redujo su producción en 15.000 barriles diarios, Cenovus redujo su producción en 45.000 y dijo que podría aumentarlo aún más a 100.000, mientras que Conoco Phillips dijo que reduciría su producción hasta 100.000.