Uno de los principales retos de los servicios médicos a nivel mundial para enfrentar la COVID-19 ha sido la alta demanda de ventiladores médicos, un equipo complejo y necesario en el tratamiento del virus por su naturaleza de afectación respiratoria. En Italia, la falta de estos suministros –entre otros— ha tenido graves consecuencias sanitarias que han llevado al país a enfrentar la situación de no poder ofrecer el servicio a pacientes de 80 años o más.

Es ahí donde, como en las historias de súper héroes, aparecen los ingenieros mecánicos, diseñadores y sus impresoras 3D. Issinova, una compañía de impresión 3D, diseñó e imprimió 100 respiradores en 24 horas para un hospital italiano en Brescia –una de las ciudades más afectadas– que ya había agotado su inventario.

La periodista Nunzia Vallini puso en contacto al hospital con el presidente ejecutivo de Isinnova, Cristian Fracassi, después de descubrir que el proveedor original no podía suministrar válvulas nuevas rápidamente. Él y el ingeniero mecánico Alessandro Romaioli corrieron para ver la válvula por sí mismos, y tres horas después, regresaron con un prototipo.

A raíz de esta historia, se formó un grupo en Facebook llamado Open Source COVID19 Medical Supplies a través del cual expertos de todo el mundo han empezado a compartir sus planos tridimensionales para que puedan ser reproducidos. Parte de este grupo fueron el empresario irlandés Colin Keogh y al CEO y cofundador de Breeze Automation, Gui Calavanti, quienes produjeron un prototipo de ventilador médico de código abierto (es decir, de uso libre); con piezas impresas en 3D, material económico y de fácil acceso en solo 7 días.

El prototipo entrará en proceso de validación por el Servicio de Salud Ejecutivo de Irlanda, organismo regulador de salud del país y esto lo validaría técnicamente sólo en Irlanda; sin embargo, su aprobación sería clave para su despliegue en países en donde haya escasez de ventiladores, especialmente en países de bajos recursos por la naturaleza económica de estas impresiones.

En Estados Unidos el vicepresidente Mike Pence declaró que el país cuenta únicamente con 10.000 ventiladores en la reserva y en Costa Rica, solo contamos con 450 respiradores según lo declaró el jerarca de la CCSS, Román Macaya Hayes, en un momento en el que ambos países aún esperamos el desarrollo de la curva de contagio para dimensionar la emergencia.

Pero la ayuda no frena en ventiladores. Conscientes de que la escasez no está solo en estos complejos materiales, el mismo grupo de Facebook busca ahora brindar diseños de todo tipo de materiales médicos, incluso mascarillas, que puedan ayudar a salvar vidas en una impresión.