El lunes de esta semana, la Presidencia de la República emitió un comunicado de prensa en el que se informaba que en Costa Rica había 9 personas contagiadas de coronavirus (Covid-19). Hoy contamos con más de 20 casos confirmados. En ese comunicado dirigido al sector público se recomendaba “implementar el teletrabajo en todos los puestos teletrabajables, así como coordinar con las personas teletrabajadoras las condiciones para la realización de sus labores”. La directriz instaba al sector privado a tomar medidas similares.

A pesar de que existen pocos datos sobre teletrabajo en nuestro país, las fuentes indican que, hasta hoy, se había implementado muy por debajo de sus verdaderas posibilidades. Datos de 2017 indican que menos del 30% de las instituciones públicas y un 20% de las empresas privadas aplicaban el teletrabajo.

Hoy, la llegada del coronavirus nos pone a prueba: ¿están las instituciones y empresas preparadas para implementar el teletrabajo a mayor escala sin poner en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores? Si no se ejecuta correctamente, el teletrabajo puede convertirse en una medicina más cara que la enfermedad. Por esa razón conviene informarse y asesorarse adecuadamente.

Condiciones seguras fuera de la oficina

Desde setiembre del año pasado existe una Ley para Regular el Teletrabajo en Costa Rica (Ley 9738). Esa ley indica que el ordenamiento jurídico vigente para el tema de salud ocupacional y prevención de riesgos del trabajo aplica también para el teletrabajo. Por lo tanto, existe una necesidad de evaluar y gestionar los riesgos a los que están expuestas las personas teletrabajadoras.

Muchos se preguntarán, ¿por qué debemos preocuparnos por los riesgos a los que pueda estar expuesta una persona en su casa cuando simplemente va a trabajar frente a una computadora? Porque el simple hecho de trabajar frente a una computadora, en un espacio aislado, que no cumpla con unas características básicas en términos de mobiliario, iluminación, y ventilación podría generar impactos en la salud y seguridad de las personas.

El empleador debe garantizar, según la ley, un espacio de trabajo seguro y saludable para sus empleados, independientemente de la ubicación de ese espacio. Por lo tanto, las recomendaciones que se ofrecen a continuación están dirigidas principalmente a los empleadores. Sin embargo, una teletrabajador puede beneficiarse igualmente de estos lineamientos.

En primera instancia, se le recomienda a los empleadores definir una estrategia y un plan de teletrabajo que, a partir de una evaluación de riesgo, tome en cuenta el número de personas involucradas, los tipos de actividades involucradas y las áreas designadas para realizar el teletrabajo.

Parte de esa evaluación puede ser realizada por el propio trabajador a través de una lista de chequeo que permita confirmar si las condiciones laborales son óptimas. Luego, el empleador deberá establecer las medidas necesarias para ajustar, adecuar o redefinir los espacios de trabajo, de forma que cumplan con las medidas mínimas de salud y seguridad. Posteriormente, a través de inspecciones, el Ministerio de Trabajo podría evaluar la calidad de estas medidas en los lugares de trabajo.

¿A qué peligros se expone el teletrabajador?

Muchos de los peligros a los que está expuesto el teletrabajador son los mismos a los que se expondría en una oficina. Sin embargo, estos peligros están ocultos a menos de que se identifiquen mediante una evaluación de riesgo. Al igual que en una oficina, los principales peligros están asociados al espacio de trabajo, equipo de trabajo, y estrés ocupacional. Además, existen los peligros relacionados al trabajo aislado.

El espacio de trabajo debe, como mínimo, ser suficiente para la computadora, equipo auxiliar y materiales que deban ser almacenados. Si el trabajador realiza teletrabajo durante más de la mitad de su tiempo laboral, es recomendable que lo haga desde una habitación separada para reducir las interrupciones domésticas. Además, como se mencionó anteriormente, el espacio debe contar con iluminación natural y buena ventilación.

El equipo de trabajo debería ser del mismo estándar que el utilizado en una oficina, con la provisión de un escritorio suficientemente amplio y una silla ajustable.  Debe hacerse una evaluación de la estación de trabajo para reducir el riesgo ergonómico y las posibles lesiones musculo-esqueléticas.  El uso de computadoras portátiles debe ser limitado si se utiliza como monitor principal. Extensiones, toma corrientes, cargadores y demás accesorios deben estar en buenas condiciones para evitar corto circuitos y posibles incendios.

El estrés ocupacional podría producirse cuando el trabajador se desenvuelve en un ambiente con limitadas interacciones sociales. Algunos podrían encontrar dificultades para separar el tiempo laboral del tiempo familiar. Otros, con una fuerte ética profesional, tienden a trabajar más horas que las estipuladas. Por estas razones es necesario considerar la capacidad de las personas para trabajar independientemente y cumplir con sus metas, dentro de los horarios definidos.

En algunos casos, el aislamiento puede generar frustración en los teletrabajadores. Entonces se recomienda realizar reuniones regulares con supervisores y el resto del equipo a través de video conferencia, proporcionar apoyo de forma remota e incluir a los teletrabajadores en actividades sociales.

Las noticias sobre el coronavirus y el teletrabajo se multiplican exponencialmente todos los días. En España, el viernes pasado la empresa de telefonía móvil y televisión digital Vodafone envió a 2.200 trabajadores a trabajar desde sus casas. Es muy probable que lo hayan conseguido gracias a un programa de teletrabajo que estaba en marcha.

En Costa Rica, las cifras de teletrabajo previas a la llegada del coronavirus no eran muy alentadoras. Muchas empresas e instituciones han tenido que incorporar esta modalidad de trabajo en un tiempo muy corto y con pocas herramientas a su alcance. Esperamos que esta coyuntura sirva para que los empleadores definan lineamientos y pongan en práctica medidas para reducir el riesgo en salud ocupacional de sus trabajadores.

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