En el pasado y con las mejores intenciones del caso, en Costa Rica se ha querido incentivar el Sector Agropecuario mediante el aumento de áreas de siembra, ya sea de cultivos exóticos o de cultivos ya conocidos, pero sin el apoyo de estudios previos de zonificación agroecológica, que demuestren que las tierras cuentan con una aptitud agrícola que garanticen una producción estable; como consecuencia de esto, lejos de mejorar el nivel de vida de los productores, ellos han visto reducido sus ingresos y en el peor de los casos han perdido hasta sus fincas.

Por lo anterior y para mejorar la planificación agrícola del país, durante los últimos 4 años el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), ha trabajado en un Proyecto Piloto de Zonificación Agroecológica (ZAE), cuyo objetivo es el desarrollo de una herramienta (Software ZAE) que permita realizar la zonificación de cultivos, basado en una metodología cuantitativa, que facilite la clasificación de la aptitud de tierras de un sitio, a nivel cantonal, regional o nacional, con el fin de maximizar la producción de un cultivo determinado. Con su aplicación los productores conocen las limitantes de suelo y clima de su entorno, lo cual, les permite tomar mejores decisiones para mejorar la producción y la competitividad de sus cultivos.

Este proyecto se ejecutó en la zona central del país, específicamente en los cantones de Alvarado, Naranjo, una parte de la zona de los Santos que abarca la sección norte de los cantones de Dota y Tarrazú y el cantón de León Cortés completo, y la zona norte del cantón de Puriscal, donde se zonificaron los siguientes cultivos: papa, cebolla, zanahoria, repollo, pasto Kikuyo, pasto OM-22, limón persa, maracuyá, café y aguacate.

Para lograr la zonificación de estos cultivos, los sitios de estudio debieron cumplir con dos requisitos básicos, contar con un estudio de suelos a escala 1:50000 y datos de clima igualmente detallados, estas dos condiciones sumadas a los requerimientos técnicos de los cultivos dieron como resultado las bases de datos geoestadísticas con las que se alimentó el software ZAE para producir los mapas de zonificación.

Resultados. El proyecto generó una metodología científica y tecnológica robusta para desarrollar la zonificación de cultivos en cualquier parte del país, una cartografía digital a escala 1:50 000 que incluye: 12 mapas de zonificación de los cultivos antes mencionados.  Además, se generaron 65 mapas de criterios de aptitud y 4 mapas de fertilidad del suelo.

En total, se lograron zonificar 60,346 hectáreas, 24,530 ha en Los Santos, 15,169 ha en Puriscal, 12,660 en Naranjo y 7,959 ha en Alvarado.

Además, se desarrollaron capacidades en técnicos y productores en opciones tecnológicas de adaptación al cambio climático. Mediante procesos de gestión de conocimiento se impactaron de manera directa a 1331 beneficiarios, de las cuales un 62 % eran hombres, un 21 % mujeres y un 17 % jóvenes. De manera indirecta se impactaron a 9523 personas. Se realizaron 40 actividades durante el proyecto entre talleres de sensibilización, días de campo y giras de intercambio en medidas de adaptación y talleres de capacitación en el uso de la herramienta ZAE en las cuatro áreas piloto.

Se generaron materiales didácticos de apoyo a las capacitaciones, como cuatro manuales de usos de la herramienta de zonificación para cada cantón, 6 folletos en temas de café, aguacate, papa, hortalizas, ganadería, manejo y conservación de suelos, conteniendo 43 fichas de medidas de adaptación ante el cambio climático; una memoria de un Seminario de Cambio Climático y una Sistematización de Rescate de Conocimiento Local en prácticas de adaptación, para un total de 12 documentos impresos.

Estos materiales están en línea y a disposición de los productores de manera gratuita, mediante la plataforma platicar del INTA.

Como resultado del Proyecto ZAE, se espera que Costa Rica cuente con una herramienta para desarrollar la zonificación de cultivos a nivel local (cantonal), regional o nacional, lo cual permite a los productores la utilización de medidas de adaptación que permitan superar las limitaciones edafoclimáticas para disminuir la vulnerabilidad de sus sistemas productivos.

Sin embargo, es importante destacar que el país y específicamente el Sector Agropecuario, tiene la obligación de invertir más recursos en materia de zonificación agroecológica, en este sentido, el desarrollo del componente socioeconómico de la zonificación, debe convertirse en uno de los pilares de la investigación que debe desarrollar el INTA a corto plazo, eso sí con el auspicio de las instituciones que conforman el sector; y con ello, lograr marcar las pautas para generar información científica que ayude a los tomadores de decisión a mejorar el ordenamiento territorial agropecuario, la competitividad del sector y potenciar la comercialización mediante la apertura de mercados, favoreciendo con ello un mejor desarrollo y un mayor bienestar de las familias rurales.

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