Conforme fueron expuestos los detalles discriminatorios del anteproyecto de ley para autorizar las "uniones civiles" entre personas del mismo sexo y así "evitar" el matrimonio igualitario, las firmas de respaldo que tuvo —que en su momento llegaron a 25— fueron retiradas poco a poco.
Por ese motivo la diputada María Inés Solís, quien reconoció que el borrador salió de su despacho, anunció este martes que el proyecto no verá la luz.
En declaraciones a la prensa la jefa de la Unidad Social Cristiana confirmó que tomó la decisión porque la iniciativa "perdió toda la viabilidad política que podía tener en algún momento".
Solís desacreditó las justificaciones de algunos diputados para no apoyar el proyecto debido a errores de forma y fondo en el borrador, afirmando que para eso el proceso de construcción de la ley permitiría arreglar ese tipo de cosas e inclusive, dado que el proyecto no se había presentado, se le podían hacer modificaciones antes de ingresarlo a corriente legislativa.
La decisión es una decisión de viabilidad política, no tiene apoyo y al no tener apoyo no voy a traer aquí un proyecto que nos va a generar más trabajo en la Asamblea Legislativa cuando podría yo rendir ese trabajo.
La socialcristiana afirmó que la decisión de sus compañeros de fracción Erwen Masís, Pablo Abarca y Aracelly Salas de retirar su firma en el anteproyecto es respetable y que estaban en su derecho de hacerlo, sin embargo, recordó que un proyecto previo tramitado en el expediente 20.888 tiene las firmas de 8 de los 9 diputados del PUSC, incluyendo las de quienes ahora renegaron del nuevo proyecto.
En realidad, la iniciativa que se pretendía presentar era una copia casi literal de ese expediente presentado en agosto del año anterior, y el cual el Departamento de Servicios Técnicos, Defensoría de los Habitantes y Tribunal Supremo de Elecciones han dicho que no cumple con los requisitos definidos por la Sala Constitucional en la materia, ni por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El Congreso tiene hasta mayo del próximo año para legislar "por las buenas" para que el matrimonio igualitario sea legal en Costa Rica, pues después se anulará la norma legal que actualmente lo prohíbe.
Solís dijo que en adelante no moverá "un dedo más al respecto".
