La inversión social y los resultados económicos que le deje al Gobierno la entrada en vigor de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas son las apuestas con las que el Poder Ejecutivo espera poder combatir el 21% de pobreza y el 5.8% de pobreza extrema que el país afronta actualmente.
Así lo expresó el Ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Juan Luis Bermúdez Madriz, en la conferencia de prensa a la que el Gobierno convocó este jueves tras los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) para el año 2019 que presentó Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
El haber impulsado una reforma fiscal será un efecto que nosotros podremos ver hasta en la siguiente medición pero sí esperamos que los efectos de esa reforma (no solo el IVA, sino todos los efectos que así se incluyeron como la reforma al empleo público) generarán un impacto positivo en las personas porque ahí se suman las acciones que hemos estado impulsando en nuestro plan de reactivación. Todas esas acciones van dirigidas a garantizar que toda la población acceda a oportunidades pero principalmente la población más vulnerable. Esperaríamos que todos esos efectos los veamos acumulados a lo largo del periodo y que se vean medidos por el INEC el próximo año.
Los resultados presentados este jueves señalan que, en términos generales, la pobreza en el país se mantuvo constante, mientras que la pobreza extrema se redujo del 6.3% a 5.8% con respecto a los resultados de 2018.
Por ello, y según Bermúdez, la reacción por parte de Presidencia será apostar por la inversión social pues el gobierno seguirá en en la ruta "de defender la línea de la inversión social en tanto haya una mujer en condición de pobreza cuyos niños necesitan la protección del Estado para proteger su alimentación y su cuidado".
El jerarca señaló que si bien el Ejecutivo no tiene "los elementos técnicos" para determinar que estas medidas implementadas tras la aprobación de la ley vayan realmente a influir en esa reducción, sí esperan que el aire a las arcas del Estado pueda mejorar ese escenario.
Nuestra esperanza es que esa reforma fiscal genere mayor equidad en los ingresos y reduzca la desigualdad y que el efecto acumulado de esa reforma, más las iniciativas que estamos llevando en las regiones, esperamos que tenga resultados positivos.
Y bueno... eso mismo es lo que espera todo el país pues si bien es cierto que las cifras son bastante mejores en comparación al crecimiento que reportaron el año pasado (donde la pobreza aumentó en 1.1 puntos porcentuales y en 2.9 en el caso de la pobreza extrema), los datos presentados este jueves muestran retos que siguen cuesta arriba.
Este año hay 7.047 hogares más en condición de pobreza en comparación con el año anterior (un monto que podría venir de la mano con que hayan otro 5.492 hogares que de la línea de pobreza extrema y que aunque pasaron a esta, no pudieron salir de dichas condiciones) y la medida del coeficiente de Gini, que se mantuvo igual que el año anterior en 0.514, demostró que la desigualdad sigue sin mayor variante.
Ese escenario se ve claramente al contraponer los datos de las zonas rurales frente a las urbanas, donde las segundas siguen ganando aproximadamente un 40.6% menos que las primeras.
Ante este tema, el presidente Carlos Alvarado aseguró que "recibimos estos resultados con prudencia y siempre con responsabilidad, pues mientras haya pobreza en el país, hay un llamado para seguir trabajando para reducir y erradicar la pobreza extrema", que es de hecho uno de los objetivos país de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Esta encuesta, que entrevistó a una muestra de 13.440 viviendas, se realizó en el mes de julio de este año. Por ello es necesario recalcar que no midió el impacto que la entrada en vigencia del Impuesto al Valor Agregado (IVA) tuvo sobre las familias costarricenses y que este no se va a poder medir sino hasta el próximo año, donde sabremos si esa esperanza del Ejecutivo respecto a la reforma fiscal se cumple o no.