El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) para el año 2019. La encuesta es realizada en el mes de julio de cada año, y en 2019 se entrevistó a una muestra de 13.440 viviendas.
Los resultados de la ENAHO 2019 muestran que el ingreso promedio de los hogares costarricenses es de ₡1.016.358, aunque con marcadas diferencias a lo largo del país, ya que el ingreso promedio de los hogares en zonas rurales es de ₡669.000, mientras que en los hogares de las zonas urbanas el monto asciende a ₡1.144.000. Esto representa una diferencia de 40.6% menos. La encuesta, además, encontró que los ingresos de los hogares costarricenses no variaron en relación al año 2018.
Dato D+: La desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, se mantuvo igual que el año anterior en 0.514.
En términos generales la pobreza en el país se mantuvo constante, siendo que en 2019 el 21,1% de los hogares vivía bajo la línea de pobreza y para el presente año el porcentaje estuvo en 21%. Mientras que, en el caso de la pobreza extrema, sí hubo un cambio estadísticamente significativo, ya que el indicador a nivel nacional paso de 6.3% a 5.8%.
A pesar de que no hubo una variación estadística en el porcentaje de población que vive bajo la línea de pobreza, en términos nominales hay 7.047 hogares más en condición de pobreza en comparación con el año anterior. Además, un total de 5.492 hogares salieron de vivir bajo la línea de pobreza extrema. Además, aun cuando el ingreso promedio de los hogares se mantuvo estable, el INEC señaló que la reducción de la pobreza extrema se dio ya que para el primer quintil de la población (el 20% de los hogares de menores ingresos) hubo un aumento de 4,9% en sus ingresos.
Según señaló el INEC por zona de residencia, la pobreza urbana alcanza al 19,8% de los hogares, mientras la rural al 24,2%, ambos valores sin cambios significativos respecto al 2018. Sin embargo, mientras la pobreza urbana ha presentado valores en el rango de 18,2% y el 19,8% a lo largo de la década del 2010, la rural muestra una tendencia a la disminución, y pasa de 27,4% en 2010 a 24,2% en 2019, y solo se observa un valor mayor en 2014 cuando afectó al 30,3% de los hogares rurales.
¿Cómo se define la pobreza?
La línea de pobreza es un umbral de ingresos per cápita que se define para determinar el nivel de pobreza monetaria de los hogares, y se diferencia entre los hogares de zonas urbanas y rurales.
Para el 2019, la línea de pobreza se consideró que una persona vive bajo la línea de pobreza cuando vive en la zona urbana y recibe ₡112.317 o menos mensualmente, y se ubica por debajo de la línea de pobreza extrema si sus ingresos son de ₡50.618 o menos.
Por otro lado, si una persona vive en la zona rural y tiene ingresos de ₡86.353 o menos se considera que vive en condición de pobreza, y en caso de que sus ingresos sean de ₡42.117 por mes o menos, se considera que vive en pobreza extrema.
Adicionalmente, el INEC utiliza la ENAHO para calcular el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que mide la pobreza, no en función de los ingresos de los hogares, sino en la presencia de diferentes aspectos que inciden sobre la calidad de vida de las personas.
Según los resultados para el 2019 el IPM alcanzó al 16,6% de los hogares, y esto conlleva una disminución respecto al 2018 —cuando se observó que el 19,1% de los hogares eran pobres multidimensionalmente— y es el nivel más bajo que ha alcanzado este indicador desde el 2010. El INEC resaltó que durante la última década se ha mantenido un decrecimiento paulatino en este indicador desde el 2010, cuando el 25,1% de los hogares calificaban como pobres bajo el IPM.
¿De dónde vienen los ingresos de los hogares?
Los resultados de la muestra arrojan que la mayor parte del ingreso de los hogares proviene del trabajo (64% trabajo asalariado, 16.3% por trabajo autónomo), 12.5% de los ingresos de los hogares provienen de las remesas, 5,4% son renta de la propiedad (ingresos que provienen de intereses y alquileres) y 1,8% proviene de subsidios estatales y becas. Sin embargo, cuando se analizan los datos por quintiles, se puede encontrar que para el quintil I (el 20% de la población con menor ingreso) el 18.1% de sus ingresos proviene por subsidios estatales o becas.