El Ministerio de Educación Pública (MEP) presentó este miércoles los resultados de exclusión del sistema educativo para el año 2018 con una reducción del 47,9% en la cantidad de estudiantes de tercer ciclo y educación diversificada que dejaron las aulas respecto al 2017, y una reducción del 31,8% en el caso del alumnado del primer y segundo ciclo.

De acuerdo con el Departamento de Análisis Estadístico del MEP, durante el año pasado 12.613 estudiantes de colegio dejaron las clases, cifra inferior a la de 26.290 estudiantes registrada en el 2017. Lo mismo ocurrió con los estudiantes de escuela, donde solo 963 no volvieron a lecciones, frente a los 3023 registrados en el 2017.

Las autoridades ministeriales adjudicaron esos resultados a la estrategia desarrollada durante el último trimestre del 2018 por el MEP para combatir los efectos que la huelga sindical contra el plan fiscal tuvo en el sistema educativo costarricense.

A ese respecto, el ministro Edgar Mora Altamirano manifestó que "temíamos que la principal consecuencia de la huelga fuera un aumento en las cifras de exclusión escolar en todos los niveles del sistema educativo, por esa razón nos dimos a la tarea de diseñar una estrategia integral para que eso no ocurriera y, ahora que tenemos datos estadísticos, podemos afirmar que el plan funcionó”.

Entre las medidas que el MEP adoptó el año pasado se encuentra la definición de seis escenarios para que los directores regionales, supervisores de circuito, directores de centros educativos y docentes lograran definir los promedios finales de cada estudiante.

Escenario 1: El estudiante tenía las notas de los tres periodos o al menos dos de ellos para la ponderación anual o semestral:

  • Si tenía la nota de los tres trimestres, se hizo la ponderación 30% - 30% - 40% de forma respectiva.
  • Si tenía la nota de dos trimestres, se aplicó una ponderación 60% - 40% en el período que más beneficiara al estudiante.
  • Si después de aplicados esos escenarios el estudiante aplazaba, podía hacer una prueba de reposición donde si la nota obtenida era menor a la nota mínima necesaria para aprobar tenía derecho a realizar la respectiva convocatoria.

Escenario 2: El estudiante tenía solo la nota de un período

  • Si la calificación de ese período era igual o mayor a la mínima necesaria para aprobar, se definía esa nota como promedio general.
  • Si la calificación de ese período era inferior a la mínima necesaria para aprobar, se asignaba esa calificación como promedio general y el estudiante tenía derecho a una prueba de reposición para no ir a ampliación. Si en ese examen obtenía una nota inferior a la necesaria para aprobar, el estudiante podía realizar las convocatorias.

Escenario 3: El estudiante no tenía nota de ningún período lectivo

  • La Dirección General respectiva realizaba un listado de los centros educativos en esa condición y solicitaba apoyo técnico para acceder a los registros de cada centro con el fin de aplicar los siguientes escenarios:
    • Si el estudiante no tenía condición regular al concluir el segundo periodo lectivo, se asignaba un 50% de calificación.
    • Si el estudiante tenía condición regular (asistía y participaba en clases), se le asignaba el otro 50%.
  • En caso de que no se pudiera realizar esa estrategia, la situación del estudiante se definía en la primer y segunda semana de febrero del 2019.

Escenario 4: El estudiante dejó de asistir a lecciones, pese a que su docente no estaba en huelga

  • El director del centro educativo y el docente debían llamar a los padres o encargados del estudiante para informarle que las clases estaban continuando normalmente.
  • La Junta Directiva del centro educativo debía instar a las familias a que enviaran a sus estudiantes a lecciones.
  • Los docentes debían facilitar a los estudiantes material de repaso
  • El director y el docente del centro educativo debían reportar la situación al PANI si la familia se negaba a enviar al estudiante a clases.

Escenario 5: El estudiante no tenía nota de los dos primeros períodos y no había quien realizara la ponderación del escenario 3, debido a que el funcionario estaba en huelga

  • La Dirección Regional de Educación respectiva debía habilitar un espacio físico en sus oficinas o en las sedes de circuito con un equipo de trabajo y un horario de atención, para que las familias, encargados legales y estudiantes adultos pudieran llevar sus registros de calificación.

Escenario 6: El estudiante estaba cursando el segundo semestre en un CINDEA o IPEC, donde sus docentes seguían en huelga y el director no tenía la información necesaria para hacer el cálculo de la nota semestral

  • Se aplicaba una prueba de reposición o estrategia de promoción (exámenes, exposiciones, tareas) para determinar la calificación.
    • Esta medida solo podía aplicarse en módulos emergentes u opcionales únicamente cuando fueran requisito para completar la cantidad de créditos requeridos para la graduación.
  • Si no se pudiera realizar la estrategia de promoción, la situación del estudiante se definiía en la primera y segunda semana de febrero del 2019.

El MEP informó que un equipo de 80 profesionales visitó las 27 direcciones regionales para asistir en el cálculo de las notas finales y resaltó que se aplicaran las pruebas nacionales de Bachillerato, pese a las dificultades logísticas que se presentaron producto de la huelga.

"Otro aspecto que ayudó a mitigar la exclusión fue la ampliación del periodo de matrícula; medida tomada para que las familias que no lograron matricular a sus hijos o hijas el año pasado lo hicieran durante el presente curso lectivo", resaltó el ministerio.

"Sin ninguna duda el planteamiento de seis escenarios para poder definir promedios finales ayudó a que los estudiantes permanecieran dentro del sistema. Muchos chicos suelen dejar las aulas si van mal antes de empezar el tercer trimestre, pero el mensaje que les enviamos fue: 'no queremos que la huelga los afecte, queremos ayudarles'", señaló María Alexandra Ulate, directora de Desarrollo Curricular del MEP.