Cada vez es más frecuente que en mesas redondas o paneles donde se aborde cualquier tema, si no hay una mujer entre las personas expositoras, surjan críticas y quejas por el desbalance de representación. Poco a poco hemos ido tomando consciencia y sensibilizándonos sobre la necesidad de incluir la opinión y pensamiento de las mujeres en todos los quehaceres intelectuales y de desarrollo de nuestra sociedad.

Empero, este vacío en el balance de género apenas comienza a señalarse en los contenidos noticiosos e informativos de los medios de comunicación tradicionales y digitales. Solo cuando se aborda inadecuadamente la información relacionada con un femicidio o una situación de violencia de género, es cuando algunos sectores señalan su disconformidad; pero como consumidores de información, debemos ir más allá en nuestra demanda de información completa y balanceada.

Lamentablemente, la preparación profesional de las y los periodistas y comunicadores no ha sido, en ese aspecto, actualizada como se debiera. Las escuelas de periodismo y de comunicación en general, se resisten a incluir la perspectiva de género como categoría de análisis en la formación de su estudiantado, la cual sería de mucha utilidad en la elaboración de mejores productos noticiosos y la conformación de una agenda noticiosa más completa e inclusiva. Solo algunos profesores y profesoras se atreven a dar una pincelada de este tema en sus cursos y de forma ocasional y por iniciativa personal.

Incorporar la perspectiva de género es simple y solo requiere de un pequeño esfuerzo y creatividad de parte de los profesionales en comunicación de cualquier medio, sea digital, tradicional, de redes sociales u otras plataformas.

Asimismo, su aplicación práctica permite incluir información y enfoque provenientes de otros sectores excluidos —además de las mujeres que representamos el 51% de la población global—, pues contribuye a tomar consciencia del androcentrismo en el que está sumergida la sociedad y que, en los tiempos que vivimos, cobra nuevos bríos.

La categoría de género evidencia la sociedad diversa que somos y propone buscar enfoques y voces diferentes en torno a temas noticiosos y de contenido de cualquier índole, puede ir desde el deporte, hasta la economía, pasando por el arte, la farándula, la gastronomía y hasta los viajes.

Para contribuir en corregir ese vacío, comparto estos consejos para comunicadores, periodistas, escritoras y escritores de contenido para plataformas digitales y para cualquiera que desee mejorar su escritura:

  • Levante una lista de mujeres especialistas en todas las profesiones y oficios posibles. En Costa Rica hay una cantidad impresionante de mujeres talentosas en todas las áreas, que suelen hablar muy bien, con lenguaje sencillo y simple, dispuestas a atender a comunicadores que requieran de su opinión y ayuda para aclarar temas. (En una próxima columna daré consejos para especialistas y potenciales expertas sobre cómo tratar con medios de comunicación, plataformas de contenido y comunicadores).
  • Levantar esa lista y ubicar las potenciales voceras especializadas toma su tiempo, pero en la era de la información digital, esa labor es harto más sencilla. Tómese su tiempo, estudie a la profesional y comuníquese con ella. Entable una relación profesional, cordial y respetuosa, y comprenda si ella, en un primer momento, evita ayudarle con declaraciones o enfoques acerca de lo que usted busca. No desista en su intento si esta especialista se rehúsa.
  • Siempre que esté elaborando una información —de cualquier tema—, procure incluir el punto de vista de una fuente especializada femenina. Está comprobado que la mayoría de las “voces autorizadas” o “fuentes especializadas” de los medios de comunicación son 80% masculinas. Nada cuesta buscar nuevas perspectivas de enfoque por parte de especialistas de ese directorio que habrá ido desarrollando y mucho le agradecerán lectoras y lectores de que amplíe esta lista para las informaciones de deportes.
  • En su repertorio de especialistas, es ideal y perentorio incluir integrantes de sectores como la población LGTBI, etnias diversas, personas mayores, especialistas de otras zonas geográficas no urbanas y otras nacionalidades. Lo más seguro es que, con el paso de los días, sus notas informativas y de contenido comenzarán a tener mucha más relevancia y su público lector podría comenzar a incrementarse. Nunca desista en incluir fuentes y especialistas diversas y nuevas.
  • El balance de género en las fotografías y los videos son extremadamente importantes, especialmente cuando se trata de informaciones denominadas “noticia dura” –política, economía, relaciones internacionales, salud, infraestructura, tecnología, ciencias, etc.—. Procure que en las imágenes que solicita o utilice, haya igual número de mujeres que de hombres –no olvide que somos el 51% de la población costarricense— y revise que el lenguaje de la imagen muestre a ellas en actitudes de liderazgo y acción. Cabe recordar que los atuendos y poses en las fotografías de mujeres también requieren de cuidado, no vaya a estropear un buen trabajo periodístico o de contenido por una foto inadecuada.
  • Evite imágenes sexistas de todo tipo y procure incluir en sus notas imágenes de grupos mixtos, evidencie el trabajo en equipo, sea solo de mujeres, o de mujeres y hombres. La semiótica de la imagen es muy poderosa a la hora de construir roles de género. Y no se olvide de incluir personas de los otros sectores descritos: etnias diversas, diferentes edades, etc.
  • No tema mostrar imágenes de hombres desarrollando acciones que socialmente se endilgan a las mujeres, como el cuido de personas menores mayores o enfermas, realizando labores domésticas o actividades consideradas exclusivamente femeninas.

Para quienes duden de la eficacia de la aplicación del enfoque de género en los contenidos noticiosos, les aconsejo visitar este sitio web que trabaja por la eliminación de los estereotipos de género en las comunicaciones de todo tipo y realiza interesantes estudios y documentales sobre el impacto del contenido sexista.

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