Resulta sorprendente la cantidad de personas –niños, jóvenes y adultos- que responden a esta pregunta con acciones que describen consumo de información o de servicios, es decir, parece que olvidamos o no sabemos que las computadoras y muchos otros dispositivos tecnológicos sirven también para crear, para construir soluciones con alcance global, eficiente y eficaz. Las plataformas tecnológicas que usamos para consumir información alguien las construyó, como las aceras y carreteras que transitamos. El mundo concreto y el digital se parecen más de lo que imaginamos.
¿Cuántas personas en la Costa Rica rural saben o entienden qué es la automatización, la cuarta revolución industrial o la inteligencia artificial? ¿Podemos prepararnos para algo que ignoramos y que un altísimo porcentaje de docentes del sistema educativo formal parecen desconocer también? La cuarta revolución industrial implica un cambio de paradigma que modificará, significativamente y para siempre, aspectos de nuestras vidas que consideramos normales y permanentes hoy día, sin embargo, son los sectores poblacionales más sensibles a las próximas modificaciones sociales quiénes menos conocen al respecto: las mujeres, los campesinos y las personas con menor escolaridad, según un reporte del Institute for Spatial Economic Analysis (ISEA).
Muchos emprendedores nacionales han sabido usar las computadoras para cambiar realidades dentro y fuera de nuestras fronteras, a pesar de las eternas limitaciones de conectividad que padecemos y de una banda ancha que el ancho lo tiene solo en el nombre. Sus casos deben inspirarnos a muchos para atrevernos a imaginar el futuro con coraje y decisión, con la chispa curiosa de la innovación, a veces tan lejos del mundo de la educación. Construir el futuro es responsabilidad de todos y una buena parte del futuro se construye en las computadoras con lenguajes que muchos no conocemos.
La capacidad de crear e imaginar puede salvarnos. Saber cómo, cuándo y para qué podemos usar los recursos actuales puede ayudarnos a sufrir menos en los años venideros. Para prepararnos como país necesitamos mejor formación académica en todos los rincones del territorio, cerrar la brecha de género en todos los ámbitos de la economía y la sociedad y posicionar con urgencia este tema en todas las discusiones públicas y privadas, urbanas y rurales. Comprender desde temprano las complejidades del mundo tecnológico y las posibilidades que ofrece, puede ayudarnos a imaginar con más tino el futuro y a prepararnos mejor para los abruptos cambios sociales que aguardan a la vuelta de la esquina, producto de las aceleradas transformaciones que las nuevas tecnologías están trayendo a la economía global.
Hace más de 30 años llegaron las computadoras a Costa Rica, las podemos encontrar por todas partes conectadas a la Internet. Los celulares inteligentes llevan años conviviendo con niños y adultos de todo el país, de todos los grupos sociales; igual parece que aún no sabemos para qué sirven las benditas computadoras.
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