A ver, para cualquier partido político, una elección interna debería ser un ejercicio de democracia y unidad. Para el PLN, parece ser una guerra civil en miniatura... (otra vez). Lo que comenzó como una insinuación terminó convertido en una crisis interna. La estructura liberacionista está indignada con su propio precandidato, Gilberth Jiménez Siles, quien días atrás dejó en el aire la sospecha de que algo turbio podría ocurrir en la convención del próximo 6 de abril.