Conferencia Episcopal advirtió que tratar la radio y la televisión como un simple negocio pone en riesgo la diversidad informativa del país.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica instó a las autoridades a replantear el modelo de subasta previsto para asignar frecuencias de radio y televisión, al considerar que este recurso público no debe regirse únicamente por criterios económicos. En un comunicado, los obispos señalaron que la decisión puede afectar el tejido social, la libertad de expresión y el acceso de los ciudadanos a una comunicación verdaderamente plural .
"Un país no puede permitirse que las frecuencias queden determinadas exclusivamente por la lógica del capital", indicó la Conferencia Episcopal, al recordar que los bienes comunes deben administrarse en beneficio del conjunto de la sociedad y no solo de quienes cuentan con mayor capacidad financiera .
Los obispos afirmaron que la comunicación posee un valor social, cultural y espiritual que no puede reducirse a una planilla contable y plantearon que, además del componente económico, la asignación de frecuencias debería considerar la trayectoria de servicio, el impacto educativo, la representación de comunidades locales y minoritarias y la promoción de valores. También señalaron la importancia de preservar espacios cuya razón de ser no es el lucro, sino la misión social .
El documento destacó el papel de los medios católicos y de otras radios y televisoras comunitarias, culturales o de servicio público. Según la Conferencia Episcopal, su aporte se mide por el acompañamiento espiritual, el consuelo que brindan y la presencia en zonas rurales, más que por sus ingresos.
¿Debe extinguirse ese servicio simplemente porque otro actor puede pagar más por una frecuencia? Sería una victoria económica pero una derrota moral para el país".
El pronunciamiento también reconoció el aporte de los medios no confesionales, nacionales, comunitarios, culturales, educativos o independientes, a los que atribuyó una "misión social insustituible", como dar voz a sectores sin acceso a la opinión pública, fortalecer identidades locales y abrir espacios de diálogo ciudadano.
La Conferencia Episcopal defendió la diversidad como base de la vida democrática y recalcó que una sociedad donde sobreviven únicamente los medios con mayores recursos "escucha menos, aprende menos, dialoga menos".
En su mensaje final, los obispos hicieron un llamado a no reducir las frecuencias al mejor postor y a construir un modelo que reconozca su dimensión humana y social.
El comunicado fue firmado por Javier Román Arias, obispo de Limón y presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica .




