El primer ejercicio nacional de medición constituye un paso fundamental para contar con un índice oficial que estime la cantidad de alimento que se pierde.
En el marco del compromiso global para reducir las pérdidas de alimentos al año 2030, Costa Rica presentó los principales resultados de la prueba piloto de medición, un paso clave para fortalecer las capacidades técnicas y monitorear las pérdidas a lo largo de la cadena agroalimentaria.
Con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (SEPSA) y la Red Costarricense para la Disminución de la Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA), el país realizó un taller técnico sobre la estimación del Índice de Pérdidas Alimentarias (IPA), indicador fundamental del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12, que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y disminuir las pérdidas durante y posteriores a la cosecha.
Dato D+: Según la FAO, alrededor del 13% de los alimentos producidos mundialmente se pierden antes de llegar a los puntos de venta, lo que equivale a más de 900 millones de toneladas cada año.
Erick Jara, director ejecutivo de SEPSA, señaló:
Para SEPSA es fundamental continuar apoyando este esfuerzo, ya que permite generar información clave para la toma de decisiones en seguridad alimentaria y reducir costos asociados a las pérdidas y los desperdicios en la producción de alimentos. Estas pérdidas afectan directamente los ingresos de los productores y las productoras”.
Jara añadió:
Nuestro objetivo es seguir impulsando transparencia y acciones concretas que disminuyan las pérdidas a nivel productivo, de manera que se traduzcan en más y mejores alimentos para la población y en una mejor remuneración para quienes producen”.
Según indicaron desde la FAO, Costa Rica se ha posicionado como uno de los países pioneros en América Latina en la aplicación de la metodología del IPA. El primer ejercicio nacional de medición, liderado por SEPSA en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y la Red PDA, constituye un paso fundamental en la meta de contar con un índice oficial para determinar la cantidad de alimento que se pierde a partir de los diferentes eslabones de la cadena agroproductiva.
Laura Brenes Peralta, investigadora del TEC y coordinadora de la Red PDA, enfatizó que desde el 2014 se empezó a profundizar en esta temática y surgió la pregunta de cómo construir un índice de pérdidas y desperdicio de alimentos, además de cómo avanzar de manera conjunta como país. Según explicó Brenes, este proceso requería un acompañamiento técnico adecuado y contar con el apoyo de la FAO ha sido fundamental para orientar el trabajo y fortalecer la colaboración entre las instituciones.
Como parte de este proceso, se elaboró una medición basada en diez productos prioritarios de la canasta básica (arroz, frijoles, banano, piña, leche, carne de res, papa, cebolla, azúcar y café), en el que se evaluaron las pérdidas de alimentos en distintos eslabones de la cadena agroalimentaria: finca, acopio, industria y comercio mayorista. Los resultados preliminares obtenidos en estos productos formaron parte central de la jornada, evidenciando los avances en la recopilación de datos y áreas donde se requieren fortalecer los mecanismos de medición.
María Fernanda Jiménez, coordinadora del Observatorio de Derecho a la Alimentación (ODA), capítulo de Costa Rica, explicó:
Las lecciones aprendidas han sido valiosas: cuantificar las pérdidas es apenas el punto de partida; comprenderlas requiere considerar el contexto país, la pertinencia de la información y la diversidad de nuestras agrocadenas. Reconocer las brechas a nivel nacional ya representa un avance: nombrarlas permite orientar su gestión”.
Jiménez añadió:
Esta experiencia nos recuerda que el IPA no es solo una cifra, sino un proceso. Al ampliar su cobertura, afinar los criterios y fortalecer la trazabilidad, podremos convertir lo aprendido en decisiones concretas, haciendo del IPA una referencia cada vez más precisa y pertinente para nuestro país”.
El taller permitió compartir los resultados del ejercicio piloto, revisar la metodología del indicador 12.3.1.a, analizar el contexto regional y definir recomendaciones clave para mejorar futuras estimaciones del índice en el país.
Por su parte, la representante asistente de Programas de la FAO en Costa Rica, Andrea Padilla, añadió:
Contar con datos precisos sobre las pérdidas de alimentos permitirá al país diseñar políticas públicas más efectivas, reducir las pérdidas y avanzar hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles y eficientes”.
Con este proceso, Costa Rica reafirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular con el ODS 12 y avanza con pasos firmes hacia la transformación de sus sistemas agroalimentarios, promoviendo un uso más responsable de los alimentos y los recursos naturales.




