La medida busca garantizar el acceso a métodos de planificación familiar seguros y culturalmente pertinentes.

La Defensoría de los Habitantes celebró que las mujeres indígenas adultas podrán solicitar de forma voluntaria el uso del implante subdérmico con etonogestrel (Implanon) como método de planificación familiar de larga duración en el sistema de salud pública.

Dato D+: El Comité Central de Farmacoterapia en sesión 2025-36, celebrada el 13 de agosto de 2025, avaló la ampliación de uso de etonogestrel micronizado 68 mg para las mujeres indígenas mayores de 20 años; un método que había estaba autorizado únicamente para adolescentes y mujeres de hasta 20 años.

A inicios de este año, el ente defensor comenzó una investigación sobre las barreras estructurales que enfrentan las mujeres indígenas en el acceso a los servicios de salud durante el embarazo, el parto y el posparto en el Hospital William Allen Taylor.

Durante el proceso, se documentó que desde octubre de 2024 dicho hospital gestionaba ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la autorización del implante para mujeres indígenas mayores de 20 años en edad fértil que lo solicitaran y no tuvieran contraindicaciones médicas.

Las autoridades del centro médico argumentaron que muchas mujeres indígenas enfrentan grandes dificultades para acceder a los servicios de salud, ya que algunas deben caminar más de 24 horas para llegar al centro más cercano. Además, señalaron que, "por su misma cosmovisión, algunas mujeres preferirían métodos de larga duración para evitar asistir a citas con personal masculino, así como optar por la discreción que permiten estos métodos y evitar conflictos de pareja".

La práctica clínica en el hospital de Turrialba evidenció que el implante tiene alta aceptación, especialmente entre adolescentes. No obstante, más del 40% de las mujeres indígenas en edad fértil no podían acceder a este método debido a las restricciones de edad. Según datos de ese centro médico, el 51,4% de las mujeres indígenas que atienden está en edad fértil, pero solo un 10,96% había podido acceder al implante. Especialistas destacaron que el acceso a métodos anticonceptivos de larga duración y culturalmente aceptables puede prevenir embarazos de alto riesgo e incluso muertes maternas en territorios indígenas.

La Defensoría subrayó que garantizar métodos anticonceptivos modernos, accesibles y culturalmente pertinentes es clave para avanzar en la eliminación de desigualdades, respetar la autonomía de las mujeres indígenas y asegurar una atención en salud digna y con enfoque de derechos.

El ente defensor enfatizó:

Garantizar el acceso a este método anticonceptivo no solo responde a un enfoque de salud pública basado en los principios de igualdad y no discriminación, sino que constituye una acción afirmativa alineada con el respeto al derecho a la autodeterminación, a la vida, y a una atención en salud  digna y culturalmente pertinente. Brindar esta opción a las mujeres indígenas representa, en última instancia, un paso decisivo hacia una atención más humanizada".