El programa para trabajadores altamente cualificados afronta nuevas restricciones.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una proclama que establece un pago anual de 100.000 dólares por cada solicitud de visa H-1B, en el marco de una serie de modificaciones al programa destinado a trabajadores extranjeros con alta calificación.

Las visas H-1B fueron creadas en 1990 para cubrir plazas en sectores donde escasean los profesionales locales, especialmente en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Cada año se emiten 85.000 permisos, la mayoría asignados mediante un sorteo. En 2024, las solicitudes cayeron casi un 40%, lo que las autoridades atribuyeron a medidas contra intentos fraudulentos de multiplicar registros con el fin de aumentar las probabilidades de selección.

Trump aseguró que el sector tecnológico no se opondrá a la medida.

Dato D+: La primera dama, Melania Trump, utilizó una visa H-1B en 1996 para trabajar como modelo.

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) reconoció abusos en el sistema y dispuso que, desde este año, cada solicitante solo pueda participar con una inscripción en la lotería, independientemente de cuántas ofertas laborales tenga. La AFL-CIO, la mayor central sindical del país, consideró que la reforma es insuficiente y reiteró que los permisos deberían otorgarse según el salario ofrecido, en lugar de un sorteo aleatorio.

Según datos oficiales, Amazon fue la empresa que más visados recibió en el último proceso, con más de 10.000, seguida por Tata Consultancy, Microsoft, Apple y Google. California concentra la mayor cantidad de beneficiarios.

Críticos del programa sostienen que, en muchos casos, las visas se destinan a puestos de entrada y no a cargos con habilidades escasas, lo que permite a las compañías pagar menos al clasificar empleos en niveles básicos aunque los trabajadores tengan más experiencia. Como resultado, numerosas firmas optan por contratar servicios de consultoras, entre ellas Wipro, Infosys, HCL Technologies, Tata, IBM y Cognizant, que emplean extranjeros, en su mayoría de India, para luego subcontratarlos a empresas estadounidenses.