Resulta insólito que el presidente de la república, quien ha sido uno de los principales opositores a la construcción del nuevo hospital de Cartago, sea ahora quien anuncie —con cinismo— su edificación, como lo hizo el pasado 14 de setiembre durante las conmemoraciones de nuestra independencia.
El sabotaje del Gobierno a este proyecto no tiene nombre. La precaria situación del Hospital Max Peralta y la salud de más de 650 mil personas aseguradas de Cartago y de la Zona de los Santos poco le importaron a la expresidenta de la Caja, Marta Esquivel, y al propio Rodrigo Chaves a lo largo de su administración.
No es casualidad que la molestia del pueblo cartaginés se manifestara el pasado sábado durante la visita presidencial. Tampoco lo es que las encuestas reflejen el descontento de las y los cartagineses hacia el presidente: Cartago fue una de las provincias donde el chavismo perdió en las elecciones pasadas y es, según las mediciones, donde menos apoyo conserva el Gobierno. Esto no es producto del azar, sino resultado de los caprichos, la insensibilidad y el maltrato hacia nuestra provincia.
Desde el 25 de mayo del 2023 denunciamos las falacias y engaños del presidente de la República y de la Presidencia de la Caja, cuando utilizaron —maliciosamente— documentos equivocados en una conferencia de prensa para intentar frenar el proceso de construcción del nuevo hospital.
Dejando ese lamentable acontecimiento de lado, en estas fiestas patrias debemos celebrar que la técnica y la ciencia vencieron a la politiquería. Debemos celebrar que el pueblo cartaginés y nuestra institucionalidad se impusieron frente al capricho del gobernante de turno.
Esperamos que pronto arranquen las obras en beneficio de las y los asegurados. El contrato ya recibió el refrendo de la Contraloría General de la República el pasado 11 de setiembre, con lo que se dio el paso definitivo para proceder al inicio de la construcción.
No obstante, no debemos olvidar que los caprichos, los atrasos y las ocurrencias malintencionadas se pagan caro: con vidas humanas. Por ello, seguiremos vigilantes hasta ver el nuevo Max Peralta finalmente culminado.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.