Un agricultor que realiza el valioso trabajo de sembrar y cosechar nuestras tierras, pocas veces toma conciencia de que su trabajo diario está completamente relacionado con el sector turismo. Cuando todos esos alimentos llegan de la feria al hotel, al restaurante o a la soda, donde finalmente serán degustados por comensales que en su mayoría son turistas internacionales o nacionales.

Al mismo tiempo, los pescadores en nuestras costas salen diariamente muy temprano en búsqueda de esos productos frescos del mar, mientras guías turísticos y colaboradores del gremio esperan la llegada del próximo crucero, y algunos otros alistan, lavan y dejan impecables sus microbuses y unidades de transporte para llevar a nuevos clientes a su próximo destino.

También, hay quienes, desde una oficina, se encargan de realizar reservaciones, brindar orientación o servicio al cliente, diseñan itinerarios, llevan la contabilidad, o en un hotel tienden las camas y en la recepción son la primera sonrisa que ve el turista cuando llega al país.

¿Qué les parece el personal de seguridad, la policía turística o esos profesionales técnicos que velan por los sistemas que logran conectar y sistematizarlo todo?

La vida diaria y las labores, pueden ser sumamente diferentes entre cada una de las distintas funciones que realizamos, pero al final, todas tienen un hilo conductor y es que finalmente, todas están relacionadas directa o indirectamente con el sector turismo.

A diferencia de las importantes y muy beneficiosas empresas transnacionales que generan, sin lugar a duda, valiosos empleos (en su mayoría se concentran en la GAM o en una sola zona específica) la actividad turística es la que por excelencia, permea y llega a cada rincón de nuestro país como ninguna otra actividad lo hace, brindando miles y diversas fuentes de trabajo digno a zonas rurales.

El turismo es, además, la industria sin chimeneas, que por más de cuatro décadas ha apoyado y trabajado en la preservación de nuestros Parques Nacionales, multiplicado las reservas naturales, reforestado nuestras llanuras y creado más bosques. Además, ha demostrado al mundo que sí se puede generar riqueza y desarrollo sostenible a través de actividades social y ambientalmente responsables, como lo es el ecoturismo.

Es por eso que, ante la coyuntura actual, es sumamente importante reflexionar ante las pasiones de la inmediatez, como lo son las próximas elecciones, el ganar el titular más viral, o el obtener muchos ‘’likes’’ en redes sociales. Debemos tomar conciencia de que, gracias al modelo turístico que como costarricenses hemos cosechado hasta el momento, contamos con trabajos dignos en todos los rincones. Trabajos que además velan por cuidar y preservar nuestras riquezas naturales, culturales e invitan a vivir de una manera más unida y mejor.

No debemos permitir que estas pasiones nublen, opaquen o generen un ruido innecesario a un sector que no ha hecho más que bien por enaltecer a Costa Rica. Desde cada una de nuestras trincheras no olvidemos que todos los ticos somos parte de la esencia que enamora al turista, que engrandece al turismo, y que este, al mismo tiempo, es y será el sector que por siempre nos unificará a todos, para mostrarle al mundo el verdadero valor de Costa Rica.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.