Entre otras cosas, señalan que es una amenaza para los arrecifes coralinos.
Diversos grupos comunitarios, ambientalistas y organizaciones de mujeres del Caribe Sur manifestaron su rechazo al proyecto de atracadero vecinal aprobado recientemente por la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) en Puerto Viejo de Talamanca.
La obra, valorada en ₡950 millones, es vista por la comunidad como una amenaza para los arrecifes coralinos y como un nuevo intento de imponer infraestructura turística sin consulta real a la población local.
Los colectivos recordaron que en 2008 y 2019 se impulsaron iniciativas similares como la marina New World y un atracadero adjudicado a Náutica JJ S.A, que finalmente fueron rechazadas por inconsistencias en los estudios de impacto ambiental y por la ausencia de audiencias públicas.
A su juicio, el proyecto actual repite ese patrón:
La única información disponible es una imagen publicada en el perfil oficial de Japdeva, mientras que el proyecto no aparece en los expedientes de Setena o, al menos, no son aún de acceso público".
Dato D+: El pronunciamiento fue firmado por: Bloqueverde; Bloqueazul, COVIRENAS Caribe Sur, Federación Ecologista FECON, Red de Coordinación de Biodiversidad , Oilwatch Costa Rica, Red de Mujeres Costera y Rurales de Costa Rica, Coecoceiba Amigos de la Tierra, Costa Rica por el Océano, Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua - Puntarenas, Cantos de Batalla, Asoc. Proyectos Alternativos/PROAL Vecinos de Playa Negra, Puerto Viejo, Cocles y playa Chiquita, Asopam,Colectivo Ecologista Liberiano, El mar habla, Movimiento Ríos Vivos, Colectivo de Apoyo a Doña Digna Rivera,Karen Berrocal Marin,Comisión Alianza Comunal del Corredor Biológico Paso de la Danta, Mar y Comercio, Asociación Guardianes del Bosque, Comisión de la Vertiente Atlántica, Defensores de la Casa Común, La Izquierda Diario Costa Rica, Asociación Civil Pro Natura y la Organización Regenerativa Matzú Insigne.
Corales del Caribe Sur
El rechazo se fundamenta en gran parte en la afectación al ecosistema marino. Puerto Viejo se encuentra en medio de un jardín coralino único, hogar de más de 130 especies de peces, además de corales, esponjas y macroalgas. "Proteger este ecosistema no es solo un deber ambiental, también es una responsabilidad social y cultural", recuerdan.
El pronunciamiento advierte que la zona donde se proyectaron los intentos anteriores, y donde "casi con certeza" se pretende construir ahora, coincide con arrecifes coralinos vivos, frágiles y esenciales para la protección de la costa, la biodiversidad marina y el turismo sostenible.
Este arrecife ya ha sido impactado por tres fenómenos recientes:
- La descarga de aguas residuales por el mal funcionamiento de la planta de tratamiento.
- La reconstrucción de puentes sin medidas de mitigación de sedimentos.
- El blanqueamiento coralino por el aumento de la temperatura del mar.
A pesar de todo, indican que el arrecife sigue vivo, “mostrando resiliencia, pero la construcción del atracadero y el aumento del tráfico marítimo representan una sentencia de muerte para estos bosques marinos”.
El arrecife conocido como El Chino sería probablemente el más afectado, especifican. Este se encuentra frente al centro de Puerto Viejo y es documentado por la ciencia ciudadana del Centro Comunitario de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar (CCBEEM) como un ecosistema de altísimo valor.
Sin embargo, la obras realizadas en el sitio no han reconocido su existencia, generando ya impactos negativos como el aumento de sedimentos y aguas residuales en el mar.
Las organizaciones resaltaron que los arrecifes de coral no solo son reservorios de vida marina, también cumplen un papel fundamental en la protección costera. Se estima que las barreras coralinas reducen entre un 70% y 90% la energía del oleaje, actuando como murallas naturales que protegen playas, viviendas e infraestructura.
Su destrucción o debilitamiento expone directamente a Puerto Viejo y a todo el Caribe Sur a la erosión acelerada, la pérdida de playas y una mayor vulnerabilidad ante el cambio climático y la subida del nivel del mar":
También cuestionaron que mientras se destinan recursos a este tipo de proyectos, persisten carencias urgentes en la zona, como la construcción de un colegio, la puesta en funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas, la creación de espacios recreativos y la inversión social para atender a la juventud en riesgo.
El desarrollo no puede reducirse al turismo; debe construirse con justicia ambiental y oportunidades reales para la gente”.
Japdeva aseguró que la inciativa impulsa una infraestructura “pensada para transformar la vida de pescadores, comerciantes y operadores turístico”, con aval técnico y financiero. La institución destacó que el proyecto será ejecutado en conjunto con el MOPT y la Municipalidad de Talamanca, y que deberá contar con la autorización del Concejo Municipal antes de iniciar obras.
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