Refrescos gaseosos, jugos embotellados, frescos caseros, café con azúcar e infusiones instantáneas dominan ingesta.

Un estudio de la Universidad de Costa Rica (UCR) reveló que el 70% del azúcar que consumen los costarricenses proviene de bebidas, ya sea en refrescos gaseosos, jugos embotellados, frescos caseros, café con azúcar o infusiones instantáneas. El hallazgo coloca a Costa Rica como el segundo país con mayor consumo de azúcar entre los ocho evaluados en la región.

La investigación, realizada por la Dra. Georgina Gómez Salas como parte de su tesis doctoral en el Sistema de Estudios de Posgrado (SEP), se enmarca en el Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS), que analizó la dieta de más de 9.200 personas en áreas urbanas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela.

El estudio en Costa Rica

En el caso nacional, los datos confirman contrastes notorios. Costa Rica es el país que más consume frijoles, fuente de proteína vegetal, pero presenta un bajo consumo de frutas y vegetales de hojas verdes.

La ingesta de verduras y frutas apenas alcanza la mitad de los 400 gramos diarios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que el azúcar añadida representa el 16% de las calorías diarias, muy por encima del límite máximo sugerido por el organismo (10%) y del ideal (5%).

Además, alimentos como nueces y semillas, ricos en grasas saludables y nutrientes esenciales, están prácticamente ausentes de la dieta nacional.

Gómez Salas, quien tiene más de 30 años de experiencia en nutrición, comentó:

Siempre salimos mal en hojas verdes y en nueces y semillas. Las nueces y semillas no son parte de nuestra cultura y suelen ser caras, pero aportan componentes importantes para tener una dieta variada y de calidad”.

Además, recordó que una dieta deficiente contribuye a más de 11 millones de muertes cada año en el mundo, al incrementar el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer.

Lo que ponemos en el plato influye en cuánto vivimos y en cómo vivimos”.

Los resultados fueron compartidos con autoridades de salud y sirvieron de insumo para la actualización 2023 de las Guías Alimentarias para la Población Costarricense, elaboradas por el Ministerio de Salud con la participación de la UCR.

Estas guías promueven un mayor consumo de frutas y vegetales locales, la reducción de ultraprocesados, la inclusión de leguminosas y lácteos, y la consideración de la huella ambiental de los alimentos.

Gómez Salas comentó:

Tenemos gran diversidad y disponibilidad de frutas y vegetales, pero no los estamos consumiendo. Las guías nos recuerdan que debemos aprovechar lo que el país produce y pensar también en el planeta: antes de comprar un salmón chileno, reflexionar en cuánto viajó hasta llegar aquí y cuál fue su impacto ambiental”.

El trabajo se encuentra publicado en el este enlace.