Israel enfrenta un creciente aislamiento internacional por su genocidio en Gaza.
Decenas de países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abandonaron este viernes el salón plenario en señal de protesta ante el discurso del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Netanyahu, el primer orador programado para el cuarto día de la octagésima sesión de la Asamblea General de la ONU, debió esperar poco más de dos minutos a que el recinto recuperara el orden y las delegaciones abandonaran el salón antes de poder iniciar su discurso, mientras la mesa principal llamaba al orden y a retomar los asientos.
Según vídeos captados desde la galería y fotografías de corresponsales de prensa, la delegación de Costa Rica no se unió al acto de protesta. Ante consulta de Delfino.cr, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MREC) confirmó que el país no abandonó el salón durante el discurso del primer ministro.
Dos representantes del Estado costarricense estuvieron presentes en el salón según los registros de la prensa, aunque no pudo determinarse su identidad.
Según reportes de medios como The New York Times, CNN, BBC, The Guardian, Axios y Al Jazeera, más de 100 diplomáticos participaron en la salida, dejando el auditorio mayoritariamente vacío. La protesta fue impulsada por una carta de la Autoridad Palestina instando a los líderes mundiales a boicotear el discurso.
Entre los países que abandonaron el salón se encuentran las naciones árabes y de mayoría árabe como Qatar, Jordania, Pakistán, Indonesia, Malasia, Siria e Irán; también naciones europeas como Francia, Reino Unido, Irlanda, España, Bélgica y Eslovenia; países africanos como Sudáfrica, Namibia y Botsuana; y por parte de América Latina se reportó la salida de Brasil, Chile y México.
"Israel debe terminar el trabajo contra Hamás. Occidente puede haber cedido a la presión, pero yo les garantizo una cosa: Israel no lo hará", dijo Netanyahu durante su discurso.
El primer ministro criticó además a los países que en las últimas semanas anunciaron el reconocimiento del Estado palestino. "Su vergonzosa decisión alentará el terrorismo contra los judíos y contra personas inocentes en todo el mundo", afirmó.
Mientras hablaba, se escucharon gritos desde distintos puntos del recinto, aunque también hubo aplausos de simpatizantes en la galería. La delegación de Estados Unidos, uno de los pocos aliados occidentales de Israel que quedan, permaneció en su lugar. Washington y Londres no enviaron a sus principales representantes ni a sus embajadores ante la ONU, sino a diplomáticos de menor rango.
Netanyahu, sobre quien pesa una orden de captura internacional por crímenes de guerra emitida por la Corte Penal Internacional y un proceso en la Corte Internacional de Justicia por la denuncia de genocidio presentada por Sudáfrica, mostró un mapa titulado The Curse (“La maldición”) y portó un pin con un código QR que dirigía a información sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y los rehenes israelíes aún cautivos. Miembros de su delegación también llevaron ese distintivo.
Decenas de delegados de países miembros de la ONU se apiñan en una de las puertas de salida ante el inicio del discurso de Benjamín Netanyahu.
El gobierno israelí aseguró que el discurso de Netanyahu fue transmitido hacia la Franja de Gaza mediante altavoces colocados en la frontera y con un supuesto control de las telecomunicaciones en el enclave, aunque periodistas de medios internacionales presentes en el territorio no confirmaron esa versión.
El discurso de Netanyahu ocurrió un día después de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, interviniera por videoconferencia para reclamar el reconocimiento pleno de un Estado palestino.
Abás debió realizar su discurso de manera remota porque los Estados Unidos, en violación del acuerdo por el que se estableció ese país como sede de la Asamblea General de la ONU, denegó el visado a la delegación de Palestina.
Al menos 32 naciones —entre ellas Brasil, Colombia, Turquía y Arabia Saudí— han acusado a Israel de genocidio en Gaza. También lo han hecho instancias de Naciones Unidas, como la Comisión de Investigación del Consejo de Derechos Humanos y varios relatores especiales; agencias internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, Human Rights Watch, Oxfam, B’Tselem, Physicians for Human Rights–Israel, el Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos y el Euro-Med Human Rights Monitor; además de organizaciones no gubernamentales como Jewish Voice for Peace, Defence for Children International, Al-Haq, Al Mezan y el Centro Palestino de Derechos Humanos. A estos señalamientos se suman advertencias del Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio y de Genocide Watch, que en 2024 y 2025 concluyeron que Israel no solo corría riesgo de cometer genocidio, sino que ya lo estaba perpetrando.
El pasado 16 de septiembre, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluido Jerusalén Este, y en Israel, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2021, concluyó que las autoridades y fuerzas israelíes han cometido en Gaza cuatro de los cinco actos de genocidio tipificados en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.