El Museo de la Memoria de AGECO reunió historias, saberes y expresiones artísticas de personas mayores en una noche para todas las edades.

El pasado jueves 10 de julio, el Museo Nacional de Costa Rica fue escenario de la octava edición del Museo de la Memoria, una iniciativa de la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO) que reunió a más de 900 personas en una noche dedicada a rescatar y compartir el legado cultural de las personas mayores.

Desde las 6:00 p.m. hasta las 8:30 p.m., el público disfrutó de una amplia variedad de actividades pensadas para aprender, recordar, cantar, bailar y conectar entre generaciones. La propuesta incluyó charlas, talleres, intervenciones artísticas y espacios participativos, con la presencia de figuras destacadas del deporte, la ciencia, el arte y la cultura.

Entre los momentos más apreciados de la jornada, destacó la participación del físico y astrónomo José Alberto Villalobos, quien explicó la formación y trayectoria de los cometas e invitó a las personas asistentes a crear el suyo.

En el ámbito deportivo, Ana Emilia Morales y Marjorie Flores, pioneras del fútbol femenino en el país, compartieron anécdotas sobre su experiencia abriendo camino en un deporte históricamente masculino.

El espacio también ofreció reflexiones sobre derechos humanos a cargo del historiador y político Vladimir de la Cruz, así como una lectura y firma de libros de la escritora María Pérez Yglesias, quien presentó su intervención Un poema, una niña, una historia.

El saber ancestral también tuvo su lugar con la artesana huetar Marta Eugenia Mena Pérez, quien compartió su conocimiento en cestería tradicional como parte del legado cultural de su pueblo.

La música estuvo a cargo del grupo Música Sin Fronteras de la Asociación China de Costa Rica, que ofreció un repertorio nacional e internacional. También participaron el recreacionista Germán Valverde, conocido como “Maromero”, y la cantautora Ana Coralia Fernández, quienes revivieron juegos y canciones de antaño.

El teatro de títeres del psicólogo y dramaturgo Fernando Thiel Furlano encantó a grandes y pequeños, mientras que el cantautor Luis Diego Solórzano Boza compartió su experiencia en la creación de la serie radiofónica Quién canta su mal espanta, reconocida con el Premio Nacional Joaquín García Monge 2024.

El cierre fue protagonizado por la escritora Arabella Salaverry y el actor Leonardo Perucci, quienes ofrecieron una conversación titulada Entre letras y tablas, compartiendo anécdotas y fragmentos de sus obras escénicas y literarias.

“El Museo de la Memoria es un espacio mágico para rescatar historias, anécdotas y conocimientos que son parte vital de nuestra sociedad y memoria colectiva, y que promueven el respeto intergeneracional y la identidad nacional”, señaló Fabián Trejos Cascante, gerente general de AGECO.

AGECO señaló que la velada fue el espacio ideal para reafirmar “el valor de la memoria viva como un patrimonio compartido, capaz de conectar generaciones y enriquecer el presente con las voces del pasado”.