Centro diurno atiende a personas adultas mayores con enfoque integral y programas innovadores para promover autonomía, salud y participación social.

La Asociación Casa de la Persona Adulta Mayor de Moravia (ACAPAM) es mucho más que un centro diurno. Es un espacio en el que la dignidad, el afecto y la atención integral se entrelazan para mejorar la calidad de vida de personas adultas mayores en condición de pobreza o pobreza extrema.

Esta organización sin fines de lucro nació el 29 de mayo de 2012 gracias a la iniciativa de un grupo de líderes comunales y voluntarios, con el objetivo de crear un centro que atendiera integralmente a esta población. La donación de un terreno por parte de la comunidad de Jardines de Moravia y el respaldo de la Municipalidad de Moravia fueron claves para su construcción. El centro fue inaugurado en agosto de 2017 con el apoyo del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) y, posteriormente, de la Junta de Protección Social (JPS). Hoy, ACAPAM opera en Jardines de San Blas, Moravia.

Atención integral diaria

En sus instalaciones, ACAPAM brinda atención a personas adultas mayores que requieren acompañamiento diario debido a condiciones físicas o alimentarias. El servicio es ofrecido por un equipo interdisciplinario que incluye profesionales en psicología, fisioterapia, terapia ocupacional, acondicionamiento físico, arte, inglés, manualidades y asistencia directa.

El modelo de atención es integral e incluye alimentación balanceada, servicios de salud preventiva, estimulación cognitiva, actividades físicas y recreativas, atención espiritual y espacios especialmente diseñados para su bienestar: una clínica de la memoria, una sala sensorial, un gimnasio adaptado, un comedor moderno y salas de descanso.

Adicionalmente, el centro mantiene un cronograma diario de actividades recreativas, educativas y de apoyo social. Los beneficiarios participan en talleres de arte, tejido, manualidades, clases de inglés, programas de estimulación cognitiva, acondicionamiento físico, exploración de intereses personales, jardinería, entre otros.

Los viernes se desarrollan sesiones interdisciplinarias que combinan actividad física con estimulación cognitiva, y a lo largo del mes se organizan visitas a museos, iglesias y galerías, además de celebraciones y eventos culturales que fortalecen el sentido de pertenencia y comunidad.

Desafíos estructurales para la población adulta mayor

Desde ACAPAM han identificado varios retos que enfrentan las personas adultas mayores en el país. Entre ellos destacan el abandono, la sobrecarga por tareas de cuido familiar, la falta de acceso a centros diurnos por razones económicas o de transporte, y la ausencia de espacios sociales cercanos para compartir o ejercitarse. Todo esto contribuye al deterioro físico, cognitivo y emocional de esta población, según explicaron.

Proyectos a futuro e impacto de la iniciativa

Entre las metas planteadas para los próximos años, ACAPAM trabaja en la creación de un centro de atención odontológica que atienda tanto a sus beneficiarios como a personas de la comunidad. Asimismo, busca ampliar sus servicios terapéuticos a más personas adultas mayores del cantón y adquirir una microbús que facilite el traslado de los usuarios, especialmente aquellos que viven en zonas alejadas.

Por ello, la organización invita a las personas a sumarse a su labor mediante distintas formas de apoyo: donaciones de alimentos o materiales para actividades, aportes económicos a través de SINPE Móvil o transferencia bancaria, así como ofreciendo su tiempo como voluntarias.

Según detallaron desde ACAPAM, su impacto se refleja en los testimonios y vivencias cotidianas de quienes asisten al centro:

El impacto se evidencia día con día en los rostros y actitudes de sus beneficiarios. Muchas personas adultas mayores ingresan con un deterioro físico o emocional notable, pero gracias a la atención integral, el ambiente cálido y profesional, y la estructura activa del centro, experimentan mejoras significativas. Se fortalecen su autonomía, autoestima y sentido de pertenencia. La mayoría considera el centro como su “segunda casa”, y aquellos que se ausentan por razones de salud suelen regresar apenas se recuperan, buscando nuevamente ese espacio donde se sienten valorados, útiles y acompañados".