Un polémico proyecto de ley, popularmente llamado “jornadas 4x3” (expediente 24.290), que el Poder Ejecutivo pretende pasar, a como dé lugar, para que sea ley de la República, es, además de ilegal e inconstitucional, inmoral, con consecuencias gravísimas, en otros ámbitos, incluso psicológicos, para los trabajadores.
Según los proponentes, el objetivo es impulsar la economía y mejorar la productividad, con lo que el país será más atractivo para la inversión extranjera, que redundará en un mayor dinamismo de la economía.
Según el Gobierno, se quiere beneficiar a los empleados, lo que es absolutamente falso. Lo que realmente se quiere es que los patronos se ahorren las horas extras. Es de prever que las extras se mantendrán en los días “libres”, lo que es un contrasentido, pues la producción del trabajador se atrasará, pues los trabajadores querrán mantener el mismo nivel medio de sustento anterior. Y así, esta “dinámica” se irá convirtiendo en soga para el mismo “pescuezo”, para quienes se frotan las manos con la pretendida abundancia.
El proyecto, en lo jurídico, vulnera los principios del Derecho Laboral, recogidos por la normativa nacional, así como por los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), firmados por Costa Rica y que tienen el rango de normas constitucionales.
Estos principios, de aplicación obligatoria, representan la columna vertebral de nuestro sistema laboral, pues buscan tutelar al trabajador y equilibrar la relación laboral, considerando las desigualdades inherentes, entre empleador y empleado.
Son varios principios, según la doctrina y la ley, que son esenciales: el protector, el de irrenunciabilidad de derechos, el de continuidad de la relación laboral, el de primacía de la realidad, el de no regresividad de los derechos laborales, el de buena fe, el del sentido común y lógica jurídica, etc.
El proyecto tiene como objetivo que las 48 horas laborables se distribuyan en 4 días, de modo que los 3 restantes, sean de “ocio”. No me explico de dónde sacan semejante simpleza, pues, sin duda, para el caso, "el orden de los factores” sí altera el producto. Y, ¡vaya que lo altera!
Por un acuerdo del Partido Liberación Nacional (PLN) con el oficialismo, se acordó modificar el proyecto y con ello se le dio “vía rápida”, con la condición de que sean los trabajadores los que, por votación secreta, decidan si se les aplica la fórmula 4x3, lo que nos lleva a alertar de que, por más democrático que quiera pintarse el asunto, el derecho de las 48 horas y su distribución semanal, se estableció legal y constitucionalmente y ningún trabajador, puede renunciar a ese derecho. Además, obviamente, se violenta el principio de no regresividad de los derechos laborales.
En resumen, ese proyecto es, además de ilegal e inconstitucional, inmoral, pues es un retroceso a una práctica que se ha respetado en Costa Rica y que los trabajadores tienen como punto de partida para realizar otras actividades, inherentes a todo ser humano (familia, estudio, descanso, etc.)
La acumulación de otras labores, no remuneradas, especialmente en el caso de las mujeres, hará que muchas deban optar por quedarse sin empleo pues les es humanamente imposible, hacer frente a todo. Y, obviamente, la familia, se verá afectada, pues habiendo niños y adolescentes, que dependen del auxilio de su padre y madre, el impacto social, será irreparable.
Asimismo, en lo individual, como lo advirtió el Colegio de Psicólogos de Costa Rica, se podrían dar casos de somatización, dándose emociones (depresiones, obsesiones y trastornos mentales) que se manifiestan como síntomas físicos, sin una causa médica aparente. El colegio considera que habrá un efecto búmeran, por los rendimientos decrecientes que se darán, conforme avanzan los días, pues la fatiga, la pérdida de concentración y el agotamiento reducirán en alta medida la eficiencia laboral. Eso es lo paradójico de este adefesio de proyecto.
El actual Gobierno, neoliberal por los cuatro costados, engarzado a los más poderosos del país, a poco tiempo de finalizar su “administración”, como siempre, sólo ha presentado proyectos que los benefician. Por dicha, los diputados frenteamplistas no han renunciado a su rol opositor para todo aquello que violente los derechos de las personas más débiles de la relación laboral y eso es de destacar.
Además, el tal proyecto ha sido criticado por muchos colectivos y sindicatos, además de las universidades, que piden que este sea abortado. Pero, como se ve el asunto, pareciera que, terminado esta legislatura, terminarán haciendo lo de las vacas.
El PLN y otras fracciones legislativas, bien harían en dar un paso atrás, pues no sólo están siendo cómplices de un Gobierno de dudosa reputación, sino que están cavando su propia tumba. Quizá, con un poco de malicia, se darían cuenta de que podría ser una estrategia política para enterrarlos de una buena vez, echándoles un puñado de tierra en sus destartalados ataúdes. Mal harían en confiar en quienes, además de que no han hecho nada que beneficie al pueblo, tienen un rabo que llega hasta la Patagonia.
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